Karpin urge a rehabilitar el Casco Vello de Vigo

Un tercio de los edificios residenciales del Casco Vello de Vigo -261 inmuebles que albergan 600 viviendas- están absolutamente abandonados, lo que, sumado a los 76 que están en "mal o muy mal estado" de conservación, lleva a concluir que casi la mitad de los edificios residenciales de la zona histórica viguesa precisa actuaciones que rompan la imagen de deterioro que viene ofreciendo desde hace décadas -con su acompañamiento de marginalidad social- y que se extiende con mayor rapidez que las intervenciones públicas para salvar el Bien de Interés Cultural que es el barrio.

Los datos pertenecen a un exhaustivo estudio de campo realizado por la Fundación Karpin Vivienda en colaboración con la Universidad de Vigo y que fue presentado ayer por José Crespo, vicepresidente de la fundación y socio del ex futbolista en la promotora que reconstruirá el colindante Barrio del Cura, para demandar un plan estratégico que ponga fin a las dolorosas evidencias del Casco Vello.

La mitad de los bajos están vacíos y solo se ha avanzado en pavimentaciones

En enero se inicia la demolición del Barrio do Cura para reconstruirlo

"El estudio no comporta crítica ni reivindicación política alguna. Para superar la situación es necesario un plan estratégico que deberían aprobar todos los partidos, con independencia de quien gobierne, como un proyecto de ciudad en su más amplio sentido", afirmó Crespo. El estudio, elaborado entre junio y agosto, y que se actualizará anualmente, pretende ser una "herramienta útil" para ayudar en la toma de decisiones. La Fundación Karpin Vivienda se compromete a "trabajar sin ánimo de lucro" en la rehabilitación de lo que denomina "residencial histórico", convencidos sus miembros de que de ese modo no lucrativo "se podrán rehabilitar muchos más inmuebles en poco tiempo". La fundación presentará en enero su Servicio de Rehabilitación, destinado a particulares e inversores, para "poner de acuerdo los intereses de unos y otros" y poner en el mercado vivienda a precios asequibles.

El impulso rehabilitador de la Xunta bipartita y que continúa la actual a través de la Fundación Casco Vello se demuestra insuficiente, según Crespo, que citó para ilustrarlo los 13 objetivos que se marcó el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) del Casco Vello aprobado en 2006. "Es un buen documento urbanístico, pero no un plan estratégico", sentenció. La calificación global del grado de cumplimiento de los objetivos del Pepri, cuatro años después, suma, en un baremo ad hoc, 32 puntos sobre los 65 posibles, un resultado "deficiente".

Según las conclusiones del estudio, la tramitación de licencias en el Casco Vello es muy lenta, las subvenciones y las políticas activas de apoyo son poco eficientes, faltan aparcamientos y dotaciones, hay grandes problemas de marginalidad que impiden recuperar la calidad de vida y sólo se ha conseguido una gran mejoría en el suelo -pavimentaciones-, ninguna en fachadas, tejados y cubiertas. Así como las nuevas reformas de la Porta do Sol y sus limitaciones al tráfico han significado un gran impulso para el barrio, señala el estudio, otras, como la pasarela al centro comercial A Laxe, han generado una nueva barrera visual de efectos lamentables desde el punto de vista de la integración del barrio.

En ese ámbito "residencial histórico" están censadas 2.613 personas. La población ha crecido (139 habitantes) por las acciones de rehabilitación (80 edificios en los últimos 10 años), que sin embargo no han podido evitar la alta incidencia de la marginalidad social. Apenas existe oferta inmobiliaria y 414 bajos (más de la mitad de los existentes) están vacíos. "Hemos constatado que uno de los factores que más influye en la degradación integral de los inmuebles es el cierre del bajo y el mal estado de las cubiertas. Ambos factores presionan sobre las viviendas, que se deshabitan escalonadamente hasta el abandono total del edificio", apuntó Crespo.

El promotor anunció, por otra parte, las obras de demolición del Barrio del Cura a partir de enero. Durarán seis meses. Y en los tres o cuatro años siguientes se construirá la urbanización, con más de 400 viviendas y 130 millones de inversión.