'Rock and roll' sin populismo
Había niñas de 14 años con camisetas donde se veía estampada y reluciente la lengua de los Rolling Stones. También caminaban por el recinto, nerviosos, críos con sudaderas de Burning. Si los adolescentes españoles escuchan rock de calidad es en parte gracias a estos dos tipos esmirriados y patilludos que anoche casi llenan el Palacio de los Deportes con 12.000 jóvenes y que no se cansan de reivindicar a sus clásicos. Miguel Conejo Leiva y Rubén Pozo comparecieron pasadas las 21.30 en un escenario que simulaba un enorme y acogedor cuarto de estar con una gran lámpara roja en el techo.
Pereza ofreció un concierto asombrosamente contenido. Rockero, pero sin maquillajes. No es este dúo esclavo de pirotecnias, tan frecuentes en músicos demagogos. Pocas veces se ha visto al Palacio de los Deportes con toda la grada de pie, bailando canciones de estructura casi ¡country! Mantienen sus sanas posturitas de rockeros mitómanos, pero mucho más comedidas. Durante más de dos horas repasaron su carrera. Abrieron con Leones, tocaron esa joya que es Windsor, el recinto vibró con Beatles, dedicaron un tema a Enrique Morente... Todo entereza, sin populismos.
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