El "excepcional interés público" permitió la obra en la Cornisa

Para poder edificar el museo de Patrimonio Nacional, que hunde sus cimientos en el Campo del Moro, el Consejo de Ministros del 17 de junio de 2005 autorizó la ejecución de las obras al tiempo que ordenaba al Ayuntamiento que modificara el plan urbanístico que las impedía. Había que eliminar la máxima protección (Bien de Interés Cultural, BIC) de parte del conjunto del palacio Real y el Campo del Moro (protegido desde 1931) y rebajar la de la catedral. Así se hizo, en nombre del "excepcional interés público" del proyecto que defendió la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega.

Esa excepcionalidad, regulada en el artículo 244 de la ley del suelo de 1992, permite al Gobierno ordenar a un Ayuntamiento la modificación del plan de urbanismo. El pleno del 30 de mayo de 2006 aprobó con los votos de PP y PSOE el cambio para permitir el museo en el entorno del palacio Real y la catedral de La Almudena. Solo IU votó en contra. En aquel pleno tomó la palabra una representante de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), María Roces. Protestó "por el imperativo legal elegido por Patrimonio Nacional para ubicar, sin posibilidad de discusión, el Museo de las Colecciones Reales en la cornisa". "Le trasladaremos al presidente del Gobierno su inquietud por la ausencia de participación ciudadana", le replicó la concejal de Urbanismo, Pilar Martínez.

La FRAVM había presentado alegaciones. "No las atendieron", dice el responsable de urbanismo de los vecinos, Vicente Pérez Quintana. "Yo no digo que no hiciera falta hacer ese museo, pero ¿tiene que ser a costa de rebajar los BIC y la protección de la zona, saltarse la opinión de la gente y arrollar al Ayuntamiento?", se pregunta antes de responderse de forma contundente: "No".