Rebajas por el silo nuclear

Los municipios que aspiran a acoger el almacén nuclear se impacientan ante la indecisión del Gobierno. Y empiezan a moverse. El pleno del Ayuntamiento de Villar de Cañas, gobernado por el PP, acordó anoche renunciar a la mitad de la compensación económica que le correspondería si fuera elegido sede del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares, según fuentes municipales. Villar de Cañas (450 habitantes) se muestra así dispuesto a dejar de ingresar 1,2 millones de euros al año durante las seis décadas de vida de la instalación. El acuerdo se tomó por unanimidad (cuatro concejales del PP y dos independientes).

Villar de Cañas figura en tercer lugar en la valoración que ha realizado el Ministerio de Industria, por detrás de Zarra (Valencia) y Ascó (Tarragona). El municipio está muy cerca de la autovía, a una hora y media en coche de Madrid. Esas son sus bazas. En contra tiene la mayor puntuación conseguida por Zarra y Ascó en el polémico dictamen de Industria. Y, sobre todo, que el presidente de la comunidad, el socialista José María Barreda, se opone radicalmente a que el ATC vaya a Castilla-La Mancha y obtuvo garantías del ministro de Industria, Miguel Sebastián de que no iría allí.

Pero el alcalde de Villar de Cañas, José María Saiz Lozano (PP), explicó su decisión: "Lo hemos hecho para demostrar que lo que queremos es el trabajo, no el dinero". "Siempre hemos temido a Ascó, pero nosotros tenemos todo el consenso en el pueblo", añadió. La moción, aprobada en un pleno extraordinario, afirma: "Nosotros queremos el ATC, no tanto por las aportaciones económicas para los Ayuntamientos, como por el desarrollo que traerá el Centro Tecnológico y el tipo de industria que conlleva". Por ello, "si finalmente resulta ser el emplazamiento elegido (...) renunciará al 50% de las aportaciones que corresponderían al municipio", lo que cifra en 72 millones en total.

El Consejo de Ministros paró el pasado 17 de septiembre la decisión de Sebastián de enviar el ATC a Zarra. Los ecologistas consideraban que Valencia era la favorita ya que el presidente autonómico, Francisco Camps, no se oponía abiertamente a acoger el ATC. Eso cambió el pasado 11 de diciembre, cuando Camps se opuso públicamente.

Como José Luis Rodríguez Zapatero se comprometió en el Congreso a instalar el ATC con consenso de la comunidad, las miradas se vuelven ahora hacia Cataluña. En el sector hay quien cree que el ATC no se va a aprobar, pero también hay quien opina que Ascó podría ser la elegida si Artur Mas da algún signo de que no pondría pegas.