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FUERA DE RUTA

El cine nunca duerme

La escuela de San Antonio de los Baños fija el inicio de una ruta por Cuba, escena a escena

Casi como en la aldea de Astérix. Rodeada de tentaciones y herida de muerte por un sistema político que agoniza, la utopía resiste aún en la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños (EICTV), un reducto, casi un búnker para sueños a unas pocas decenas de millas de Estados Unidos , con su Hollywood, su televisión por cable y sus dólares.

Hasta 1986, San Antonio era la villa de nacimiento del cantautor Silvio Rodríguez. Entonces llegó un grupo de intelectuales encabezado por Gabriel García Márquez y Fernando Birri. Allí crearon la Fundación Nuevo Cine Iberoamericano, una escuela donde el cine social se ha hecho fuerte incluso a pesar de las estrecheces de la vida en Cuba . Hoy, esta tranquila población de 50.000 habitantes que ofrece el respiro que da el campo a los países en crisis, a escasos 40 kilómetros de La Habana (aunque los kilómetros cubanos, como las horas cubanas, miden distinto), está en el mapa gracias al cine.

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A la escuela se llega antes preguntando que siguiendo las escasas señales, desesperantes como en el resto de la isla. Entre prados abandonados y vegetación tropical nos aguarda un edificio racionalista (el toque soviético aguanta), al que se accede como si fuese una embajada. Más de 100 estudiantes internos de todo el mundo (los eicetevianos, habitantes de este universo cinéfilo, divertido, solidario y pedante) y otros alumnos de talleres temporales mantienen, junto a los profesores y el personal de la escuela, la llama de la utopía cinéfila en la isla. Ayudan las frases que los visitantes célebres dejan en las paredes -"love what you do" (ama lo que haces), dejó un soso Spielberg- y que compiten con las de los alumnos. Aquí estudiaron los cineastas españoles más solitarios, Benito Zambrano (Solas) y Jaime Rosales (La soledad), entre otros ilustres del cine latinoamericano actual.

Arte que no descansa

La escuela mantiene el espíritu libre gracias a las proyecciones en la sala Glauber Rocha, y también a la piscina, casi olímpica, que regaló Francis Ford Coppola a la institución tras garabatear en sus muros: "Art never sleeps" (el arte nunca duerme). Entre ambos polos oscilan estudiantes y maestros en esta especie de Gran Hermano cinemaniaco sin nominaciones en el que viven, algo ajenos a los problemas que azotan al país. Las palmeras de la utopía cinéfila no les dejan ver la Cuba real. El mundo les espera.

Hemos visto poco de Cuba a través del cine, y no porque el cine cubano no sea digno. La razón es sencilla: conocemos el mundo gracias al cine norteamericano, y las cámaras de Hollywood prácticamente no entran en Cuba desde la revolución, en 1959. La isla es suplantada por paisajes caribeños de Florida o por la República Dominicana en filmes como El padrino II, recreando la caída de Batista, o Havana, con Robert Redford. Carol Reed fue el último: logró permiso para rodar Nuestro hombre en La Habana en 1959 tras la llegada de los barbudos de Fidel Castro a la capital. Por delante del Capitolio pasea, acalorado, Alec Guinness, que se refresca en el mismísimo Tropicana; mientras el Malecón habanero luce casi idéntico a hoy, sin derrumbe alguno.

Pero hay vida para el cinéfilo lejos del cine made in USA: desde San Antonio de los Baños, la utopía se devuelve al mundo en forma de películas de sus antiguos alumnos, pero también se esparce en escenarios físicos como los cines de La Habana, que resisten, cochambrosos, con un público que a nuestros ojos parece de cine de verano y que todavía va a las salas como la única salida a cualquier día gris. Aguantan en pie cines como el Karl Marx, en Miramar; o el Yara, tan kitsch en pleno barrio del Vedado, junto al concurridísimo hotel Habana Libre; o el pintoresco Payret, frente al Capitolio, con sus rótulos a la americana y sus letras corpóreas de los años cincuenta, de cuando Spencer Tracy aún rodaba por aquí, en la cercana bahía de Cojímar, la adaptación de la novela de Hemingway El viejo y el mar.

Wim Wenders, en su paseo musical por Cuba , además de mostrar un Malecón cadencioso, como el de los dibujos de Juan Padrón en el filme animado Vampiros en La Habana, nos dejó la estampa de la Escuela Nacional de Danza, en Prado (paseo Martí), un edificio colonial de amplios ventanales, rescoldos de esplendor para Buenavista Social Club. Más allá del Malecón, Fresa y chocolate, de Tomás Gutiérrez Alea, Titón, y Juan Carlos Tabío, nos lleva a tomar helado junto a dos homosexuales en apuros por la represión castrista en Coppelia, postre ineludible de la ciudad. La ruta cinéfila por La Habana acaba, cómo no, en su necrópolis: en el cementerio de Cristóbal Colón se embarulla otra de las más grandes comedias de Alea: La muerte de un burócrata se reía entre dientes de la estupidez del Vuelva usted mañana del régimen.

Autopista tropical

Destartalada, pero simpática, columna vertebral del país, con sus áreas de servicio tropicales, la autopista Nacional es uno de los escenarios reales de Guantanamera, otro filme de Titón y Tabío con éxito en España. A medio camino hacia el extremo de la isla, la villa marinera de Cienfuegos es el escenario de Habana Blues, filme de Benito Zambrano en su vuelta creativa a la isla tras licenciarse en la EICTV.

En Guantánamo acaba este viaje a la utopía cinematográfica, esa que trata de explotar Michael Moore en sus cócteles molotov documentales: en Sicko, Moore se planta en el mirador desde el que se divisa la bandera norteamericana de la polémica base militar de Estados Unidos e intenta entrar. Danny Glover lo grafiteó en la entrada de la escuela de cine: "Do art, make justice" (haz arte, haz justicia). La utopía, en Cuba , sobrevive en las películas.

Guía

Cómo ir

» Iberia (www.iberia.com ) vuela a La Habana desde Madrid, ida y vuelta en enero, 729 euros.

» Air Europa (www.aireuropa.com ) ida y vuelta a La Habana desde Madrid, en enero, a partir de unos 700 euros.

» Cubana de Aviación (917 58 97 50). Ida y vuelta de Madrid a La Habana, en enero, a partir de unos 600 euros.

» Online Tours (www.onlinetours.es ; 902 331 101) y

Guamá (www.guama.es ; 917 82 37 87) están especializada en viajes a Cuba.

Información

» Escuela Internacional de Cine y Televisión San Antonio de los Baños (www.eictv.org ).

» Turismo de Cuba en Madrid (914 11 30 97;

www.cubaweb.cu ).

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