Una década de reforma artística
El programa de restauración del Bellas Artes de Bilbao supera el centenar de obras tratadas - Vuelven a exponerse las piezas con que se ha trabajado en 2010
El Museo de Bellas Artes de Bilbao puso en marcha en el año 2000 un programa estable de restauración y conservación de sus fondos artísticos, más de 7.000 piezas que arrancan en el siglo XII y llegan hasta las creaciones contemporáneas. El programa, llamado Zaindu-El museo restaura y patrocinado por El Corte Inglés, uno de los patronos privados de la pinacoteca, ha tratado desde entonces más de un centenar de obras. Ayer fueron presentadas públicamente las piezas restauradas a lo largo de 2010. El año de conmemoración de la primera década de Zaindu-El museo restaura han sido tratadas un total de 18 obras, entre pinturas, dibujos y relieves de diferentes épocas.
Con esta iniciativa cobró más protagonismo el trabajo de conservación de las colecciones del museo. El programa selecciona anualmente un conjunto de piezas a las que, en función de su estado, se aplican tratamientos de conservación o complejos procesos de restauración. El trabajo en los talleres de restauración sirve además para revisar la catalogación de cada obra y para profundizar en su conocimiento científico y el de sus autores.
El 'Retrato del cardenal Gardoqui', de Madrazo, revive en todo su esplendor
La suciedad había oscurecido dos esculturas de Andrés Nagel
Entre las obras tratadas en este ejercicio destaca el Retrato del cardenal Francisco Javier Gardoqui, pintado en Roma en 1816 por José de Madrazo (Santander, 1781-Madrid, 1859). Este retrato es una de las pinturas más significativos de toda la producción del pintor y una pieza clave del arte neoclásico español. Realizado en Roma en 1816, fue un encargo del Ayuntamiento de Bilbao para homenajear al cardenal, natural de la villa. Su estado era "verdaderamente deficiente", en palabras del responsable del departamento de Restauración, José Luis Merino. El trabajo de renovación comenzó por retirar los materiales añadidos en anteriores tratamientos.
Una vez desnuda la pintura, los especialistas de la pinacoteca procedieron a restaurarla con criterios modernos, menos intervencionistas.
El programa ha continuado con el tratamiento a las obras de Andrés Nagel, que comenzó el año pasado con El rapto del centauro. En 2010, ha llegado el turno a Galeristas madrileños en Benidorm (1982) y Amigas de Bilbao (1980), dos esculturas que se incorporaron a la colección en 1982. Como la anteriormente reformada son figuras de cerca de 1,80 metros de altura, realizadas con una trama de alambre, luego recubierta con poliéster y fibra de vidrio pintada con colores brillantes.
En el caso de las esculturas de Nagel, el tratamiento ha consistido, fundamentalmente, en la retirada del polvo, polución y hasta materia orgánica depositada por los insectos que se acumulan en la superficie a lo largo de los años de exposición.
De la colección de arte vasco se han arreglado Al mercado y Sardinera sentada, pintados entre 1913 y 1915 por Aurelio Arteta (Bilbao, 1879-México D.F., 1940). Ambas obras pertenecen al ciclo de pinturas alegóricas que el pintor realizó para el Palacio de Munoa, en Cruces, del que el museo conserva otras cuatro. Otro de los lienzos procedentes del palacio de Munoa, Al caserío, ya fue restaurado hace tres años.
Del fondo oculto se ha recuperado un relieve en yeso, Maternidad, realizado en París en 1895 por Nemesio Mogrobejo (Bilbao 1875-Graz, Austria, 1910), cuya versión en bronce también es propiedad del centro. También al fondo de trabajos habitualmente no expuestos pertenecen los 12 dibujos de Joan González (Barcelona, 1868-1908), paisajes y escenas con personajes que forman parte del conjunto de 196 piezas del artista que entraron en la colección de la pinacoteca en 1998.
Joan González, hermano del escultor Julio González, tuvo una tardía dedicación a la pintura. En los últimos ocho años de su vida se dedicó con tanta intensidad al arte que realizó unos 800 trabajos.
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