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Crónica:MANCHESTER UNITED 1 - VALENCIA 1 | LIGA DE CAMPEONES | Sexta y última jornada
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Valencia se queda corto en Old Trafford

Sujetado por Guaita, el equipo de Emery se clasifica segundo tras empatar con el Manchester United en un duelo que comenzó gobernando con un gol de Pablo

Aunque se quedase corto, el Valencia salió reforzado anímicamente de Old Trafford. Más que nada, porque demostró que podía plantar cara perfectamente al Manchester United, clasificado como primero del grupo con los mínimos méritos. Más hizo el conjunto de Unai Emery en esta primera fase, pero ha de conformarse con la segunda plaza como consecuencia de la contra que pilló Chicharito Hernández en el choque de Mestalla. Anoche, el Valencia, anclado por la personalidad indiscutible de Ever Banega, discutió la pelota al United, que, eso sí, tuvo más pegada, pero se topó con una actuación gloriosa de Guaita, el joven portero valenciano.

A pesar de contar con jugadores poco habituales, Emery sí mantuvo esta vez el estilo atrevido que ha llevado al Valencia a los octavos de final de esta Liga de Campeones. Si acaso, le faltó al final haber apostado por Soldado para el último intento desesperado de ganar, ya con el United totalmente encerrado en su área para evitar una derrota que le habría condenado a un sorteo en el que no quería ver ni en pintura al Barcelona.

MANCHESTER UNITED 1 - VALENCIA 1

Manchester United: Amos; Rafael, Ferdinand (Smalling, m. 49), Vidic, Fabio; Nani (Giggs, m. 80), Carrick, Anderson (Fletcher, m. 89), Park Li-Sung; Berbatov y Rooney. No utilizados: Kuszczak; Hernández, Obertan y Macheda.

Valencia: Guaita; Miguel, Dealbert, R. Costa, Mathieu; Pablo (Feghouli, m. 81), Albelda, Banega, J. Alba (Mata, m. 66); Chori Domínguez (Isco, m. 53); y Aduriz. No utilizados: César; Maduro, Soldado y T. Costa.

Goles: 0-1. M. 32. Pablo remata cruzado tras un pase de Chori Domínguez. 1-1. M. 62. Anderson aprovecha un rechace de Guaita a disparo de Park.

Árbitro: Pedro Proença (Portugal). Amonestó a Anderson, Albelda y Miguel.

Unos 70.000 espectadores en Old Trafford.

El joven portero no pareció impresionado. Es ágil, veloz y tiene nervios de acero
Chori se movió como una avispa y siempre fue una referencia del ataque valencianista

Junto al sonado estreno de Guaita, la otra alegría para el Valencia fue la aparición de Isco, que jugó con su atrevimiento habitual, si bien entró tras la lesión de Chori Domínguez, el mejor en la primera parte.

Los porteros se consagran en partidos grandes como este. En sus tiempos de eterno reserva de Cañizares, Palop salió eufórico de Highbury tras una exhibición ante el Arsenal. Ese día, el hoy sevillista entendió que podía competir con cualquiera. La misma conclusión a la que llegó Guaita tras aguantar las acometidas de las fieras del Manchester. Primero anduvo rapidísimo para arrebatar a Berbatov la pelota del pie derecho cuando trataba de regatearle y después repelió un remate a bocajarro de Park por puros reflejos. Con César ya recuperado de su lesión, la decisión de Emery de apostar por Guaita, de 23 años, se antojaba muy arriesgada, pero, visto el resultado, dio en el clavo. El joven ya había destacado en el Bernabéu el pasado sábado ante el Madrid y Old Trafford tampoco pareció impresionarle. Es ágil, veloz y tiene nervios de acero.

Guaita afeitó al Manchester y Domínguez lo vacunó desde la mediapunta. Incrustado entre los dos centrales y los mediocampistas, Chori se movió como una avispa y siempre fue una referencia del ataque valencianista aprovechando su tracción y su visión para enviar el balón adonde convenía. En este caso, al desmarque de Pablo, que llegaba por la derecha sin ser visto aparentemente por nadie salvo por su ojo supersónico. Antes, Domínguez había robado la cartera a Carrick, dormido en la zona de los tres cuartos. La réplica iniciada por el argentino la completó Pablo con un disparo cruzado que se tragó Amos, sustituto ayer de Van der Sar. Chori trató de conectar con un Aduriz magullado por los codazos que sacaba Vidic en cada salto.

Tratando de huir del Barça en los octavos, el Manchester había salido con todo salvo en lo relativo a la portería, en la que Amos encajó el primer gol en esta liguilla inicial del torneo. Desde el extremo derecho, Nani volvió a ganar el terreno al lateral Mathieu, por mucho que Emery le hubiese puesto al francés la ayuda de Jordi Alba por el interior izquierdo. El Valencia, sin embargo, estuvo firme en el centro de la zaga, apuntalada por un Dealbert sorprendentemente enchufado, concentradísimo para tirar el fuera de juego, a pesar de los pocos minutos que lleva acumulados esta temporada.

Albelda y Banega marcaron el territorio en una línea medular dividida, alumbrada por el mediocentro argentino con la misma frecuencia con la que apaga la luz. Él es así: capaz de lo mejor (gobernar el partido en determinadas fases) y de lo peor (un par de pases al contrario en zonas comprometidas).

El Manchester apretó las tuercas tras el descanso y, en la primera salida de la cueva del Valencia, se lesionó Domínguez, con un tirón en el muslo izquierdo. Ya es mala suerte que le llegara el percance precisamente en su mejor actuación como valencianista, al comienzo del segundo tiempo, en el encuentro en el que recordaba al futbolista rápido y huidizo que el Valencia se trajo del Rubin Kazán. La otra cara de la moneda era Isco, agraciado con la inmensa fortuna de debutar en Old Trafford con 18 años.

Arreció el ataque del United y la enésima parada de Guaita, esta vez un rechace a un disparo de Park, cayó a los pies de Anderson, que solo hubo de empujarlo a gol. Emery reaccionó dando entrada a Mata y el partido se abrió hacia un destino imprevisible.

Mata dio mucha más calidad técnica al ataque valencianista e Isco jugó con el desparpajo que se le supone. El conjunto de Emery, a su vez, asumió riesgos y dejó que Dealbert y Ricardo Costa se las apañaran casi a solas con Rooney y Berbatov. Encerrado el United en torno a Amos, el Valencia careció de claridad para encontrar los espacios. Emery recurrió a Feghouli, pero al extremo francés le faltan horas de vuelo. Las que sí garantizaba el goleador Soldado.

Pablo Hernández remata ante el marcaje de Fabio.
Pablo Hernández remata ante el marcaje de Fabio.AP

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