Loiu Cuando menos lo esperaba
Aeropuerto vizcaíno de Loiu. Mediodía. La ansiedad se había apoderado ya de la donostiarra Maddi Etxeberria ante la salida de su avión a Düsseldorf, prevista para ocho horas después. No es para menos, si se tiene en cuenta que su vuelo estaba previsto inicialmente para el pasado viernes. Tras dos días en tierra, y cuando menos esperanzas tenía de poder realizar el viaje que había programado, se le abrió de nuevo el cielo al comprobar el restablecimiento del tráfico aéreo. "A ver si ahora lo vamos a perder por llegar tarde. Ya encontraremos alguna forma de pasar el tiempo", justificó.
Maddi no estaba sola. Formaba corro junto a personas de Vitoria, Logroño, Santander y otros lugares. Compañeros de viaje a los que no conocía 48 horas antes. Víctimas por igual de una huelga de controladores que redujo, pero no truncó sus vacaciones. "Nos han ofrecido retrasar la vuelta, pero no nos compensa", lamentó. Otros no tuvieron tanta suerte. "Ayer hubo gente de la misma aerolínea que vio despegar su avión por la televisión del hotel en el que les habían alojado porque nadie les avisó de la salida. ¡Imagínate!"
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