La empresa no va a la Universidad ni para formar ni para investigar
La desconexión entre campus e industria lastra la economía, según un estudio
Si se les pregunta a las empresas españolas dónde acuden para dar formación a sus empleados, la Universidad aparece la octava opción de 10, solo por delante de las compañías matrices de las propias firmas y los sindicatos. Las compañías apenas cuentan tampoco con los campus para llevar a cabo proyectos de I+D, y en ambos casos, principalmente, por puro desconocimiento. Así lo pone de manifiesto el estudio La universidad y la empresa y española para el que la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CyD) ha encuestado a 184 compañías de todos los sectores y tamaños.
"O se pone en marcha de verdad el enorme potencial de la Universidad" en cuanto a recursos humanos y e infraestructuras o va a "ser muy difícil cambiar de modelo productivo para salir de la crisis", asegura es coordinador de los informes de CyD, Martí Parellada.
El 24% de las firmas cree insuficiente la formación de los titulados
Los datos son los siguientes: solo el 14% de las empresas ha recurrido a la Universidad para llevar a cabo proyectos de I+D y la razón principal para no hacerlo (38%) es que no conocían esta posibilidad. Y, en cuanto a la formación continua, solo el 19% utilizó los cursos generales (como másteres) y apenas un 4% contrató con los campus cursos diseñados a medida (no sabe de esta posibilidad el 43%). En este último caso, hace cinco años la cifra fue el doble, el 8%, según el estudio anterior hecho por CyD en 2004.
Si entonces representaban un 54% las empresas que no habían tenido contacto alguno con la Universidad, ahora son el 46%, aunque hay que tener en cuenta que en la muestra actual el peso de las firmas grandes (a las que se supone más facilidad de acercamiento a los campus) es un poco mayor. La relación principal es a través de convenios de prácticas para estudiantes o titulados (un 77%). Teniendo en cuenta, en cualquier caso, que las cifras absolutas han crecido (más formación continua y más I+D), los porcentajes parecen estancados, al menos en parte, "porque las universidades no han hecho los deberes", añade Parellada.
Lo que sí ha ido claramente a peor en los últimos seis años es la percepción de las empresas sobre la Universidad: un 38% opina que la universidad no actúa como motor de desarrollo económico, frente al 33% de 2004. Sobre este tema, hay distintos estudios (por ejemplo, de la OCDE) que aseguran que los campus sí ejercen ese papel. Sin embargo, no deja de ser significativa esa percepción empresarial.
Pero es todavía más importante esa impresión cuando se trata de lo que saben o les falta por aprender a los titulados universitarios a los que contratarán, o no. Y la nota media que le ponen a su preparación ha bajado ligeramente, aunque sigue por encima del aprobado: de 3,08 sobre 5 a 2,88. El 60% de empresas está en la esa franja media (ni bien ni mal), el 24% les parece insuficiente para lo que requiere el trabajo y a otro 14% les parece bien. En cuanto a las destrezas concretas, consideran que los títulos garantizan perfectamente la actitud para aprender, el uso de nuevas tecnologías y aptitud para el trabajo en equipo; que aseguran la capacidad de análisis, la disposición al trabajo y los conocimientos teóricos; pero creen que deben mejorarse los idiomas, formación práctica y las habilidades directivas.
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