Rusia alerta sobre una carrera armamentista
Dmitri Medvédev quiere un pacto con Occidente sobre el escudo antimisiles
El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, lo tiene claro. "En los próximos 10 años afrontaremos la siguiente disyuntiva: o nos ponemos de acuerdo [con Occidente] sobre [el escudo de] defensa antimisiles y creamos conjuntamente un mecanismo real de colaboración o comenzará una nueva espiral en la carrera armamentista. Y entonces tendremos que instalar nuevos medios de ataque". Naturalmente, añadió el líder ruso, la segunda variante "será muy dura" económicamente.
Medvédev dedicó la mayor parte de su discurso sobre el estado de la nación a problemas internos, especialmente a los de la infancia y a la necesidad de modernizar la sociedad. Pero insistió en que hay que continuar con la reforma de las Fuerzas Armadas y elevar su nivel combativo.
"Si no hay acuerdo, instalaremos nuevos medios de ataque", dice el presidente
A pesar de las dificultades que hay para la creación de un escudo nuclear conjunto con Europa y EE UU, Medvédev dijo que después de las conversaciones mantenidas recientemente en Lisboa durante la cumbre Rusia-OTAN es "moderadamente optimista". Es decir, considera que hay buenas perspectivas de evitar la carrera armamentista.
Medvédev mostró la preocupación del Kremlin por el estado de sus Fuerzas Armadas y subrayó la necesidad de crear "un Ejército móvil con tecnología punta". Para ello, Rusia planea invertir más de 20 billones de rublos -unos 487.000 millones de euros- y crear "un organismo especial que se dedicará a buscar y fabricar" este tipo de tecnologías. El presidente recalcó que lo que Rusia necesita es que las tecnologías sean de doble uso -civil y militar- para acelerar la modernización de la sociedad, objetivo que el presidente considera primordial.
El líder ruso señaló que había que prestar especial atención "al fortalecimiento de la defensa aéreo-espacial del país", para lo cual ha ordenado unir, el próximo año, bajo un mando común "los actuales sistemas de defensa antiaérea y antimisiles, de alerta sobre ataques con misiles y de control del espacio aéreo".
Otro asunto importante que abordó Medvédev fue el de la reforma de la policía y la lucha contra la corrupción. Refiriéndose a los crímenes y asesinatos ocurridos últimamente en Rusia -especialmente al asesinato de los 12 miembros de una familia-, el presidente dijo que entre sus causas figura "la unión directa" de los cuerpos de seguridad con los criminales. Los dirigentes locales "no deben esconderse en sus despachos y observar cómo en sus territorios crece la criminalidad y se vuelve más y más insolente. Tienen que hacer todo lo necesario para que la gente no tema por su vida y la de sus familiares, para que no tema perder su salud, sus bienes y su dignidad", subrayó.
Medvédev lamentó que "la amenaza de ser condenado a 12 años de prisión no detiene a los que exigen sobornos". El presidente abogó por sanciones económicas durísimas: castigar a los que aceptan sobornos con multas por valor de 100 veces la suma recibida. Además, según el mandatario, habría que castigar también a los que ofrecen sus servicios como intermediarios entre sobornados y sobornadores.
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