La oposición culpa a un PNV "bipolar" del fracaso del tripartito alavés
Prieto exige ahora revisar las partidas de las carteras que ha dejado EA
Después de tres años y medio navegando entre dos aguas, ensayando el tripartito abertzale anhelado por el PNV más soberanista mientras sacaba adelante sus cuentas gracias al PSE, el diputado general alavés, Xabier Agirre, vivió ayer por vez primera la experiencia de tener a sus dos ex socios en la oposición. Todos los grupos, salvo el peneuvista, aprovecharon ayer su turno en el pleno de Santa Catalina para ahondar en la debilidad de un Ejecutivo que ha vivido tres crisis en un año: las dos que han supuesto la salida de Aralar y EA, formalmente por diferencias fiscales, y otra en marzo pasado para reemplazar al diputado foral Alfredo de Miguel, imputado en el supuesto caso de corrupción que lleva su nombre.
De Andrés: "Gobernar con 17 junteros era un imposible"
Agirre revela que Batasuna "suplicó" el apoyo al PSOE en el Congreso
La oposicón echó sal a la herida al incidir en las contradicciones que marcan la coexistencia de dos almas del PNV, la estaturaria y la soberanista. "Gobernar con 17 junteros era un planteamiento imposible que le ha llevado hasta aquí. Se le ha ido de las manos", sentenció el popular Javier de Andrés, atribuyendo lo ocurrido a la "dependencia" que los peneuvistas tienen del PSE.
"El PNV lo mismo acuerda los Presupuestos Generales del Estado que pide la cabeza del lehendakari. Dando bandazos, se parecen bastante al PP. Este trastorno bipolar constituye una buena alerta para que la ciudadanía se piense en quién votar", destacó el socialista Txarli Prieto.
Lauren Uría, portavoz de EA, apunto en el mismo sentido: "Mientras Mikel Mintegi [ex diputado de Medio Ambiente, de su partido] hacía titánicos esfuerzos para pararles los pies al Estado en la cárcel de Zaballa, sus compañeros del PNV votaban a favor de construirla en los presupuestos que pactan con Zapatero", recalcó. "Se acabó lo del discurso para dos parroquias. Van a tener que elegir si quieren caminar con el soberanismo o colaborar con el unionismo", sentenció. Tras su acercamiento a Batasuna, EA emplea una y otra vez el término "unionista" en alusión a socialistas y populares para trazar un paralelismo con Irlanda.
Más benévolo, el representante de Aralar, Iñaki Aldekoa, sostuvo que el balance del Ejecutivo foral muestra más sombras que luces. EB también se mostró partidaria de una agenda fiscal que aumente la presión sobre las rentas más altas.
Prieto llegó al debate tan confiado que añadió una exigencia a su lista para que el PSE apoye los presupuestos forales: revisar y corregir las políticas y las partidas económicas de los dos departamentos "decapitados" el viernes y que controlaba EA: Cultura y Medio Ambiente. Recordó también la necesidad de que se desbloquee el enfrentamiento por la cárcel de Zaballa. "Mire por dónde sus crisis de gobierno tienen algo positivo. Ya no cuenta con el líder de las obstrucciones", le espetó Prieto al diputado general en alusión a Mintegi.
Agirre eludió aclarar si cederá en esta polémica, pero recordó a su vez que los socialistas también necesitan del pacto cruzado para las cuentas de Vitoria. "Hay una buena disposición, pero no hay acuerdo, es cierto. Ni aquí, ni en el Ayuntamiento", advirtió.
De Andrés empezó con un tono conciliador, planteando al PNV un pacto sociosanitario. También reiteró una pregunta que el diputado general obvió responder sobre la modificación del planeamiento de Zambrana, una cuestión incluida en el sumario del caso De Miguel: "¿Por qué Nafarrate [diputado de Administración Local y Equilibrio Territorial y entonces director del departamento] votó en contra de los informes técnicos que decían que los terrenos de Zambrana eran inundables? Allí no se podía hacer un polígono industrial".
Aitor Bezares, portavoz de la ilegalizada ANV, integrada en el Grupo Mixto, recalcó que la dependencia con España supone un "lastre" en todos los ámbitos y criticó que se pusiera en las carreteras alavesas una señal en árabe y en castellano, sin recurrir al euskera.
El diputado general reveló que, aunque la izquierda abertzale critica en público el apoyo del PNV al PSOE en el Congreso, en privado les "suplicaban" que lo hicieran, "viendo la que se venía venir". "En poco tiempo os veremos gobernando con los unionistas", aventuró Agirre, a lo que Bezares respondió que "si se dan unos mínimos democráticos", no tendrían inconveniente, aunque descartó hacerlo hoy por hoy con el PSE de Prieto.
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