CiU pesca en los feudos de todos sus rivales

Ni en el mejor de sus sueños podía imaginar algo así: un mapa de las 41 comarcas de Cataluña pintado sin excepción de color azul. CiU logró el domingo una victoria histórica en las cuatro provincias catalanas y que según sus dirigentes son un preludio de lo que puede suceder en las municipales. Y hasta ha arrasado en Barcelona, el gran feudo socialista, que se ha lanzado en brazos convergentes. CiU ha logrado 213.000 votos más que en 2006 con unos registros solo comparables a los de 1992.

1º. Votos de todos sus rivales.

En el ecuador de la campaña, Artur Mas, futuro presidente de la Generalitat, pidió "prestado" el voto de los socialistas y después, en la recta final, de todos los partidos, pasando por Esquerra Republicana e Iniciativa. Los sondeos ya les decían que incluso captaban votos de ICV. La OPA fue un éxito. El consejo nacional de la federación se reunió para estudiar los resultados y su primera impresión, en palabras del democristiano Josep Antoni Duran Lleida, es que han captado votos de los partidos que tienen fronteras con CiU. Es decir, el PSC y ERC.

Un futuro concierto económico satisface a más del 60% de los catalanes

2º. El derrumbe socialista.

CiU ha ganado incluso en tres de las comarcas históricamente fieles al color rojo: Baix Llobregat, Maresme y Vallès Occidental. Incluso, han disparado su voto en las grandes ciudades del cinturón como Badalona y, por supuesto, Barcelona. La federación nacionalista apunta a que ha sido la principal beneficiada del derrumbe socialista, que ha sido espectacular: ha perdido siete escaños y CiU ha ganado ocho. Del lado de los votantes socialistas también han cosechado papeletas entre quienes creen que el PSC no ha plantado suficiente cara al PSOE. Los mismos a quien no gustó que los socialistas se sumaran a la manifestación contra el recorte del Estatuto del 10 de julio.

3º. El hundimiento de ERC.

Desde 2003, Esquerra Republicana de Catalunya tenía entre sus votantes miles antiguos fieles a Convergència i Unió. Estos habían optado por el independentismo indignados por los pactos de CiU con el PP de José María Aznar. El enfado ya les ha pasado a tenor de los resultados del domingo. Convergència i Unió entiende que los mismos votantes que perdieron en 2003 son los que ahora han regresado descontentos con ERC por haber hecho presidente de la Generalitat dos veces a un socialista.

4º. La idea del concierto tiene muchos simpatizantes.

La promesa de un futuro concierto económico, uno de los principales argumentos electorales de Artur Mas, satisface a más del 60% de los catalanes, según varias encuestas.

5º. Amantes del orden y nostálgicos del 'pujolismo'.

Entre los votos ganados por CiU también se cuentan electores de cualquier tendencia política entre los que ha calado el discurso que el gobierno tripartito era un patio de colegio. Los mismos que relacionan con orden y buen gobierno el legado del president Pujol.