La ausencia de controladores amenaza con cerrar Santiago
Un tercio de la plantilla de los controladores del aeropuerto de Lavacolla en Santiago ha alcanzado sus horas máximas anuales de trabajo y ya no cumplirá con los horarios que marca AENA, aseguró ayer la portavoz en la capital gallega de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), Susana Romero.
Las consecuencias se comenzaron a notar la madrugada del lunes en los tres aeropuertos gallegos con ocho retrasos y dos cancelaciones en la noche del domingo, que pudieron salir el lunes por la mañana. Para hoy se prevé un día "complicado" ya que solo uno de los cinco trabajadores convocados para el turno de la mañana no ha cumplido el máximo de horas.
AENA niega que ningún trabajador haya sobrepasado el tope anual y asegura que los controladores "contabilizan permisos de guardia legal de menores, en algún caso las bajas médicas y en otras horas sindicales que no computan". La empresa estudia medidas legales para sancionar a los trabajadores que se ausenten.
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