"Contra este Federer es imposible jugar"

El final del partido deja al suizo Roger Federer coronado por quinta vez como maestro de maestros y protagonista de un maravilloso paréntesis, perfecta cuadratura del círculo. Allá por enero, ganó el primer gran título del año al imponerse en el Abierto de Australia. Al borde de diciembre, en la última gran cita del curso, ganó su primera Copa de Maestros desde 2007. Hay veces que el estilo importa más que el resultado. Como muchas otras veces, sin embargo, el número dos mundial sumó poesía y resultados sobre la pista.

"Al principio, no se podía jugar contra Federer. En el primer set, era tan agresivo que era imposible", explicó Nadal, que, ya 10 minutos después del partido, hablaba de la próxima temporada, de que arranca los entrenamientos en cinco días, de que quiere jugar más, competir más, ganar más. "Roger jugó mejor que yo. Solo puedo felicitarle por su victoria y su gran torneo. Ha estado increíble durante toda la semana", prosiguió el mallorquín. "Cuando el otro ha sido mejor que tú solo queda felicitarle e intentar estar preparado para la próxima vez. Él ha sido muy agresivo. Ha estado genial. Ha sacado con un gran porcentaje, bien en los momentos importantes. Su derecha ha sido increíble. Ha jugado muy sobre la línea de fondo, intentando no hacer puntos largos", añadió; "Federer es el más completo del mundo, probablemente, y por eso es difícil buscar soluciones. Por momentos, lo conseguí, pero me ha faltado continuidad, la frescura. Si pensamos en las condiciones, fue una final difícil para mí. Estoy feliz por esta semana: he ganado a cuatro top ocho en una superficie difícil para mí. Eso nunca me había ocurrido. Son muy buenas noticias".

"No voy a decir que perdí por estar cansado. No hice lo suficiente"

"La clave de la temporada fue ganar en Montecarlo. Me quitó toda la presión"

¿Le afectó el cansancio, las 3h 11m de semifinal contra el británico Andy Murray? ¿Pudieron arreglar la situación los masajes recibidos en la habitación de su hotel, ya durante la noche del sábado, cuando Rafael Maymo, su fisioterapeuta, se empleó en recuperar su cuerpo? "No es el momento correcto para hablar de eso", dijo el número uno, que no quiso quitar ni un gramo de la victoria al dos. "Todo el mundo vio el partido de Murray y es libre de pensar lo que quiera, pero no voy a decir que perdí por estar cansado. Diré que he perdido contra Federer, en una de sus superficies preferidas y con un nivel suyo que hace muy difícil pararle. He estado ahí, pero no ha sido suficiente".

Nadal, que no pudo unir su nombre a los de Manuel Orantes y Àlex Corretja, los dos ganadores españoles de la Copa de Maestros, se despide de un año mágico, 2010, que calificó de "fantástico". "Me costó aceptar la lesión de Australia [se retiró en los cuartos de final]", dijo, "y la clave fue ganar el torneo de Montecarlo. Eso me quitó toda la presión, toda la ansiedad... Y empecé a jugar muy bien".

El encuentro entre los dos mejores atrajo a algunos de los nombres más famosos del mundo del arte, la música y el deporte: ahí estaban Henry y Maradona. Ahí estaban el actor Kevin Spacey y el músico Ronnie Wood, de los Rolling Stones. Nadie se quería perder el Nadal-Federer. No será la última vez, sin embargo, que se vea las caras este año con Federer ni la última ocasión en que sus 25 títulos grandes coincidan sobre la pista. En diciembre jugarán dos exhibiciones a favor de sus respectivas fundaciones.

Antes de marcharse, Nadal, que se embolsó 650.000 euros y sumó 1.000 puntos, dio las gracias a todo el mundo, y Federer, al que el triunfo le supuso 990.000 euros y 1.500 puntos, respondió con elegancia sobre la pista: "Rafa, sé que no te he estropeado las vacaciones porque tu temporada ha sido el sueño de cualquier jugador. Te felicito".