El desconocimiento de la zona dificultó la extinción del fuego de Fornelos

Unos brigadistas que desconocen el terreno en el que trabajan y un conductor de motobomba que se pierde por las pistas forestales. En esas condiciones, y con medios insuficientes, como denuncian los familiares de las víctimas, comenzó la lucha contra las llamas en el incendio de Fornelos del pasado 12 de agosto, en el que murieron dos operarios, según relatan los informes periciales que maneja la titular del juzgado de instrucción número 2 de Redondela. La juez ha imputado a los jefes de las dos brigadas de la Xunta que participaron en el operativo por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores.

La motobomba que llegó de Pazos de Borbén tuvo dificultades para acceder a la zona, "por no conocer su conductor los accesos al monte". Uno de los imputados salió con su equipo de comunicaciones al encuentro de la motobomba. Cuando regresó, la tragedia se había desatado: los dos malogrados brigadistas se habían separado del resto y solo los encontrarían ya sin vida pasada la medianoche.

Rueda descarta investigar los hechos tras la imputación de dos brigadistas

El informe revela que no eran tres, como informó la Xunta, sino cuatro los focos que provocaron el incendio, aunque difícilmente fueron prendidos de forma simultánea, como sugirió el Gobierno gallego. Ya el informe preliminar de la Consellería de Medio Rural relataba que los puntos de inicio se encuentran a lo largo de un sendero de difícil acceso y con una distancia máxima de 96,80 metros, lo que apunta a una sola persona como presunto autor del fuego. La Guardia Civil detuvo días después al único sospechoso de prender las llamas, un vecino de la zona que se encuentra en libertad provisional.

Ya en ese primer informe, los agentes forestales que lo elaboraron resumieron sus averiguaciones en una sucinta conclusión: "Incendio forestal provocado en cuatro puntos de inicio, barajándose como presunta motivación problemas relacionados con la caza". La Xunta, que seguía con sus proclamas de "nocturnidad y alevosía" tendentes a denunciar un ataque organizado, obvió en todo momento en sus declaraciones públicas el eventual móvil de la caza.

El conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, descartó ayer abrir una investigación para aclarar las causas de la presunta negligencia en la gestión del dispositivo. Rueda expresó su "máximo reconocimiento a la profesionalidad" de los dispositivos de extinción de fuegos forestales la Xunta . El PSdeG, mientras, criticó al conselleiro por "mirar hacia otro lado", cuando las órdenes para la extinción de las llamas "salieron del Gobierno gallego". La diputada socialista Sonia Verdes agregó que el auto de la juez demuestra que el primer informe de la Xunta "solo pretendía engañar".