Un detenido de la mafia policial recaudó dinero para la fianza de Bartu
UGT abre expediente de expulsión al agente
La operación de los Mossos d'Esquadra contra un grupo criminal formado por delincuentes comunes, funcionarios de prisiones y policías locales ha destapado un nexo inesperado. Uno de los policías detenidos, que pertenece a la Guardia Urbana de Badalona, es familiar político del ex alcalde de Santa Coloma Bartomeu Muñoz -conocido como Bartu-, imputado en el caso Pretoria, de presunta corrupción urbanística. El policía, un veterano del cuerpo sin graduación, es el marido de una prima de Muñoz y mantenía con este estrechos vínculos.
El agente, que ayer pasó a disposición judicial junto con otros seis arrestados por su presunta colaboración en una red de tráfico de drogas, fue uno de los organizadores de la colecta que permitió a Muñoz pagar la fianza y abandonar la prisión preventiva.
El ex regidor socialista fue enviado a prisión hace más de un año por cohecho, asociación ilícita, fraude en subvenciones y falsedad en documento fiscal. El juez Baltasar Garzón le impuso una fianza de 500.000 euros en metálico que su familia, de forma destacada el agente, se encargó de recoger con aportaciones de empresarios, comerciantes, vecinos de Santa Coloma y, según Muñoz, miembros del PSC.El vínculo familiar entre el policía arrestado y el político, imputado en uno de los casos de corrupción que han sacudido la política catalana esta legislatura, fue revelado ayer por personas del entorno del policía y confirmado más tarde por fuentes municipales y sindicales. Estas mismas fuentes subrayaron la estrecha relación personal de los dos hombres.
El policía de Badalona es uno de los funcionarios públicos presuntamente implicados en la trama delictiva desarticulada esta semana por la División de Investigación Criminal (DIC) de la policía autonómica. Los tres funcionarios de prisiones arrestados (uno de ellos ya jubilado) y los dos agentes facilitaban información a otros dos delincuentes. Esos datos servían a la banda para dedicarse con mayor facilidad al tráfico de drogas.
Los funcionarios entraron en contacto en la cárcel con la banda de delincuentes, algunos de cuyos miembros están en prisión y otros en libertad. Estas tres personas realizaban todo tipo de encargos y de favores a la banda, que les daba las instrucciones. Los siete arrestados en la operación policial pasaron ayer a disposición del juzgado de guardia de Barcelona. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) no pudo aclarar anoche la situación de los detenidos. El caso está bajo secreto de sumario y la operación, de hecho, sigue abierta.
El policía local es delegado de UGT en la Guardia Urbana de Badalona, confirmó ayer el responsable de administración local de ese sindicato, Juan Francisco García. "En estos casos actuamos de forma contundente y hemos decidido abrir un procedimiento interno de expulsión", explicó García. El expediente, sin embargo, quedará paralizado si se inicia el proceso judicial contra el policía y el resto de los implicados en la trama.
Fuentes cercanas a este agente expresaron ayer su "sorpresa" ante su detención por haber abusado, presuntamente, de su condición de policía. El único elemento que llamaba la atención de algunos compañeros era que el arrestado "hacía ostentación de tener mucho dinero". "A menudo comentaba que había estado cenando en tal o cual restaurante. Y siempre eran sitios caros".
El policía no estaba adscrito a ninguna unidad especializada del cuerpo y había pasado por diversas secciones. Este sistema de rotación se aplica en decenas de cuerpos de policía y local, y su objetivo es impedir, precisamente, que el agente se sienta con la suficiente seguridad como para cruzar la línea del delito.
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