El sector del aceite reclama medidas para evitar fraudes

El sector del aceite ha reaccionado de manera contundente contra el fraude detectado por la inspección de la Junta de Andalucía en la venta de aceite de oliva virgen extra. Las organizaciones agrarias reclamaron ayer más controles en el etiquetado para evitar lo que consideran un engaño a los ciudadanos, mientras que el Gobierno y las asociaciones de consumidores exigen acciones contundentes contra los infractores.

La consejera andaluza de Salud, María Jesús Montero, insistió en que el fraude detectado no supone un riesgo para la salud. "En las denuncias se plantea que hay empresas que etiquetan este aceite como virgen extra con un precio que no puede ser competitivo, ya que la propia elaboración de este aceite está por encima de los precios finales en el mercado", afirmó Montero. La consejera declinó dar los nombres de las empresas implicadas hasta que no culmine la investigación. Montero recordó también que la inspección se ha realizado en los puntos de venta, por lo que no solo se ha analizado aceite producido en Andalucía, sino también aceite hecho en otras comunidades que están a la venta en establecimientos de la comunidad.

Las organizaciones agrarias alertan de "prácticas especulativas"

Por su parte, la titular de Agricultura, Clara Aguilera, enfatizó que no se trata de un "fraude generalizado" y pidió "tranquilidad a los consumidores". La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) fue la primera que alertó sobre "prácticas especulativas" de los envasadores y en febrero denunció a Alcampo por vender bajo su marca Auchan aceite refinado mezclado con virgen como si fuera aceite de oliva virgen extra. "Consumo nos dio la razón y ahora se comprueba que no es un hecho aislado, sino más común de lo que pensábamos", señaló ayer Rafael Civantos, responsable del aceite en la ejecutiva de COAG, una organización que califica como "muy grave" que más de la mitad de las inspecciones (14 de 25) realizadas por Consumo en Jaén hayan constatado la existencia de fraude.

Más allá del engaño a los consumidores, COAG cree que estas prácticas son las que provocan un hundimiento en los precios. "No es posible que se venda un virgen extra [un kilo, algo más de un litro] a un euro cuando en la cooperativa está a dos euros", sostiene Civantos. En la misma línea se pronunció Asaja, la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores, que lamentó que estas prácticas perjudiquen a los olivareros y censuró la pasividad mostrada por la Comisión Nacional de la Competencia.

La organización de consumidores Facua en Andalucía pidió a la Junta que haga públicas las marcas de aceite de oliva en las que se ha detectado fraude una vez finalice la inspección. Su secretario general, Rubén Sánchez, señaló que "se ha sembrado la sospecha sobre todo el sector del aceite de oliva" lo que provoca "el desconcierto entre los consumidores y puede causar un enorme daño a todas aquellas marcas que cumplen con la legislación".