Abandonado en el coche

Solo, abandonado dentro de un coche y helado de frío. Así encontraron dos policías nacionales el pasado domingo a un niño a las tres y media de la madrugada. El pequeño estaba llorando. Mientras, los padres estaban en una discoteca de la zona emborrachándose y sin acordarse de su vástago. Los agentes les detuvieron y les acusaron de un delito de abandono de menores, según informó un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Los hechos ocurrieron en la plaza de Carlos Trías Bertrán, en el distrito de Tetuán, cerca de la zona comercial y de ocio de Azca. Los dos agentes que estaban patrullando la zona se percataron de que había un Ford Focus azul mal aparcado en la zona, por lo que decidieron acercarse. Al iluminar el interior con una linterna se percataron que dentro estaba un niño de seis años. "El pequeño estaba llorando y con claros síntomas de hipotermia. El coche tenía las puertas cerradas, pero sin echar el pestillo, por lo que pudimos hablar con él sin problemas. A él le habían dicho que se habían ido a comprar un regalo", relata Alfonso, uno de los agentes que intervino en la detención.

La madre regresó borracha y dijo que era normal dejar al niño en el vehículo

Los policías comprobaron la documentación del vehículo y, gracias a los compañeros de la comisaría, lograron localizar al padre de la criatura. En conversación telefónica, les dijo que estaba en Oporto (Portugal) y que su esposa se había quedado a cargo del pequeño. Pero era mentira, según demostraron investigaciones posteriores.

La madre apareció junto con su hermana y su cuñado a los pocos minutos. Visiblemente ebria, aseguró que era normal que dejara al niño en el coche y que el pequeño ya estaba acostumbrado. Solo podía comunicarse mediante balbuceos, ya que no era capaz de articular palabra. Le dijo a los policías que había salido a tomar algo con unos familiares y ni siquiera sabía la hora que era en ese momento.

"Metimos al niño en el coche patrulla y le pusimos la calefacción para que el pobre pudiera entrar en calor. Fuimos por la zona de bares hasta que localizamos al padre. Estaba borracho y bebiendo. Entraron nuestros compañeros de paisano, pero se negaba a acompañarles", añade Alfonso.

El agente resalta que los padres no preguntaron en ningún momento por el estado de su hijo: "Estaban muy nerviosos, pero no por lo del pequeño. Se pensaban que todo eso lo habíamos montado porque el coche estaba mal aparcado. Nos dijeron que les dejáramos marchar, que no querían más líos, pero era imposible que condujeran con la borrachera que llevaban", destaca el policía. Los padres, de nacionalidad ecuatoriana, residen en Carabanchel.

Los agentes inspeccionaron el vehículo y vieron que en el maletero había dos bombonas de gas. También carecía de la más simple silla adecuada para poder circular con seguridad con el menor.

Los padres fueron trasladados a la comisaría de Tetuán, donde quedaron detenidos y se les incoaron diligencias por un delito de abandono de menores. Los policías localizaron a una tía del menor -no la que estaba con los progenitores- para no tener que entregar al pequeño a los servicios sociales. Eso ocurría a las siete de la mañana. Esta familiar se encargará de su cuidado y custodia hasta que un juez decida si toma alguna medida cautelar contra los responsables del menor.