La lucha por el espacio
- Nuevas infracciones. La idea de que los candidatos están más allá de la ley va cobrando cuerpo. El martes sobre la medianoche se pudo ver el autocar del partido de Joan Carretero (¡cuánta gente hay esta vez con partido propio!) superando ampliamente el límite de velocidad en la ronda, a la altura de Cornellà. El que dio motivo de sanción de la Guardia Urbana fue el autocar de ERC por estar mal aparcado. La conclusión del conductor no es que él actuó mal, sino que el agente debía de ser del PP. Es decir, la culpa siempre es de otro.
- Agradecimientos. Xavier Sala i Martín es una persona agradecida. Si hace siete años anunció que votaría a CiU, ahora, tras haber compartido mesa, mantel y viajes con Laporta con cargo al Barça, ha anunciado que votará al ex presidente del club. Hay quien cree que no es solo por agradecimiento, que también hay cierto despecho porque Artur Mas, si gobierna, ha pensado que la economía debía ser encargada a alguien con pasado en el Barça pero vinculado a La Caixa.
- Arriba y abajo. Albert Rivera (Ciutadans) se pasa los días diciendo que hay que ayudar a los tenderos a subir las persianas del negocio. El miércoles llegó tarde al mercado de la Indepèndencia (vaya por donde), en Terrassa, e hizo lo contrario: ayudar a echar el cierre.
- Competición. Socialistas y convergentes compiten por todo. Por supuesto, por gobernar, pero también por el público e incluso por el espacio. Montilla tenía previsto (y realizó) un acto con empresarios. Mas lo convocó casi a la mima hora. En Sant Celoni, Montserrat Tura no pudo dar un mitin relámpago porque el espacio había sido ocupado por los convergentes.
- Ultraliberal. Alicia Sánchez-Camacho tiene un objetivo claro: en cada mitin debe utilizar al menos 50 veces la palabra libertad. Cada día se supera y las supera. En Estados Unidos al ultraliberalismo lo llaman "libertarianism". Un traductor al español ha optado por traducir la palabra no por "libertarismo", de connotaciones ácratas, sino como "anarcocapitalismo" Es decir, sin leyes para el capital. ¿A que suena a algo de lo que defiende el PP?
- Pasados para olvidar. Hay candidatos que prefieren olvidar su pasado. Por ejemplo, Albert Rivera silencia que fue militante de las juventudes del PP. Joan Herrera no habla de cuando iba en moto. Artur Mas no alude a que trabajó en las empresas de Prenafeta. Ni siquiera Montilla presume de haber sido ministro de Zapatero.
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