Una papelera extranjera negocia la adquisición de Pastguren

La papelera de Zalla Pastguren, sin producción y en concurso de acreedores desde hace más de un año, se aferra a lo que puede ser su última oportunidad. Una papelera extranjera negocia con la dirección y los administradores concursales la adquisición de la planta, que arrastra una deuda de 40 millones de euros, según fuentes de la empresa. Dado el fracaso de los contactos mantenidos con otra media docena de firmas en el último año, dichas fuentes no han querido precisar datos sobre la compañía.

El comité de empresa, que ayer realizó una concentración de protesta ante la sede de la Diputación de Vizcaya en Bilbao, ve con buenos ojos esta opción, ya que podría mantener los cerca de 170 empleos. El problema es que debe decidirse antes de un mes, ya que para entonces se prevé que los juzgados resuelvan el expediente de extinción de Pastguren y los empleados vayan entonces al paro.

La empresa y el comité mantendrán mañana otra reunión con el mediador

Otros dos empresarios vascos han planteado invertir 70 millones en los terrenos de Pastguren, pero en un sector industrial diferente, que además sólo permitiría la colocación de parte de los trabajadores de la papelera.

Las instituciones se han mostrado pesimistas sobre el futuro de la compañía de Zalla e incluso los administradores concursales también se muestran partidarios de la liquidación de la planta, que fabrica pasta sin secar, un producto que no se comercializa directamente y que se ha convertido en un negocio poco rentable.

De su lado, Veolia, empresa concesionaria del servicio de Bilbobus, denunció ayer los daños en uno de sus autobuses tras un nuevo sabotaje en el décimo día de huelga. El ataque causó la rotura de la luna trasera de la unidad, que circulaba sin pasajeros, según precisó la compañía. El ataque al vehículo, de la línea 77, se produjo a primera hora de la mañana en la incorporación de la Gran Vía a la calle María Díaz de Haro.

En cualquier caso, Veolia indicó que los servicios mínimos, fijados en un 30% del total, se volvieron a desarrollar con normalidad. El comité de empresa y la dirección de la concesionaria se reunieron ayer con el mediador propuesto por el Consejo de Relaciones Laborales. Por la mañana, ambas partes se citaron con el mediador, el abogado laborista Iñaki Eguskizaga, quien ya buscó el consenso en los conflictos registrados atrás entre la plantilla y la anterior adjudicataria del servicio, TCSA.

Por la tarde, Eguskizaga lo hizo por separado con Veolia y los trabajadores. Su informe no será vinculante. El mediador ha citado de nuevo a la empresa y al comité por separado mañana.