Rato sale en defensa de las cajas ante políticos, bancos y el supervisor

Las cajas de ahorros se están convirtiendo en el centro de muchas dianas. Las del supervisor (que les ha pedido que concluyan sus fusiones en bancos con urgencia si han recibido ayudas), las de los políticos (que les acusan de causar todos los males por no dar créditos) y las de sus competidores bancarios (que les consideran culpables de la mala fama del sector en los mercados internacionales).

Rodrigo Rato, presidente de Caja Madrid, aprovechó la clausura del X Encuentro Financiero Internacional, que organiza su entidad junto a EL PAÍS, para responder a tanto fuego cruzado. Al gobernador del Banco de España, Miguel Fernández Ordóñez, el responsable de la primera entidad del sector le respondió ayer que la velocidad en la reestructuración de las cajas "es la adecuada" y aseguró que Caja Madrid y la mayoría del sector cumplirá con el plazo marcado.

"Las prisas en las fusiones suelen acabar con errores organizativos"

También tuvo palabras para las críticas de Mariano Rajoy, líder del PP, realizadas el lunes en el mismo foro, en las que pidió a la banca que vuelva a dar créditos a las empresas y familias. El ex ministro de Economía con Aznar, admitió que parte de la culpa de que no fluya el crédito es de que hay menos oferta, pero también porque la demanda "se ha debilitado por la falta de confianza de los consumidores ante la situación del empleo y las expectativas sobre la situación económica". Así que pidió que para acabar con la controversia "se cuantifique qué parte de la caída crediticia es atribuible a la oferta y cuál a la demanda".

Los bancos no se han quedado sin respuesta. Rato utilizó la ironía para agradecer "las recomendaciones bienintencionadas de los competidores cuando nos piden acelerar los procesos de fusión. Seguro que no están pensando en las cuotas de mercado cuando nos lo dicen, pero creo que una transformación tan grande como la que ha hecho el sector de las cajas en solo cuatro meses, no está mal".

Y añadió otro disparo: "Las fusiones son operaciones muy complejas -bien lo saben por experiencia propia los dos grandes bancos españoles-, que requieren cierto tiempo por el encaje de diferentes culturas para evitar las prisas que suelen acabar con errores organizativos que dilatan el proceso". Recordó que en esta crisis también han caído bancos, como el Guipuzcoano, y que "el proceso de cambio afecta a todos. No solo a las cajas. Bancos y cajas hemos de anticipar cambios estructurales de gran calado, el más importante de España, Europa y el mundo, en los últimos decenios".

Una de las claves para solucionar el problema financiero es el sector inmobiliario. Rato lanzó dos mensajes: que el precio de la vivienda debe bajar porque todavía es inalcanzable para muchos hogares y que se debe cambiar la Ley del Suelo para que se adapte a su uso urbano.

El ministro de Fomento, José Blanco, que clausuró las jornadas, coincidió con el gobernador del Banco de España en meter prisa a las cajas en sus procesos de integración, ya que esto contribuirá a que gire la rueda de la economía. Porque un sector renovado concederá más créditos, lo que acelerará la recuperación del crecimiento y del empleo.

Después de pedir a la banca que se comprometa para apoyar el cambio de modelo productivo, el titular de Fomento y número dos del PSOE reiteró el compromiso del Gobierno con la reducción del déficit público -dejarlo en el 6% en 2011 es una "prioridad inexcusable que no admite alternativa"- y con las reformas en las que se ha embarcado el Ejecutivo: laboral, del sistema financiero, de pensiones y de la economía sostenible.