"Las claves son motivación, disposición y entusiasmo"
William Rodríguez, relata su vida tras el 11-S en Valencia
Solo había cinco personas con la llave maestra que abría las puertas de las escaleras de las Torres Gemelas. Tras el impacto de los aviones el 11 de septiembre de 2001, "cuatro de ellos fueron los primeros en correr", recordaba ayer en Valencia William Rodríguez, uno de los tres ponentes del congreso Jóvenes con Valores. Lo que de verdad importa.
Rodríguez, trabajador de limpieza, era el quinto hombre y gracias a su llave guió a los bomberos a través de las entrañas del edificio y liberó a cientos de personas, según relató ayer. "La motivación, la disposición y el entusiasmo" le han permitido pasar de ser un barrendero anónimo a uno de los líderes de las víctimas hispanas y recaudar, según dijo, 122 millones de dólares.Williams, que preside la Asociación Hispana de Víctimas del Terrorismo y ha sido reconocido como héroe nacional en su país, insistió en la importancia de la motivación y el entusiasmo para conseguir lo que uno se propone. "Si yo, sin ninguna formación, he llegado a influir en leyes y recaudar millones de dólares para las víctimas, los chavales con educación pueden conseguir 20 veces más con motivación, disposición y entusiasmo", comentó en referencia a la audiencia que le escuchó ayer.
El actor Pablo Pineda defiende el "afán de lucha"
Francisco Camps pidió "poner de moda los valores"
Este superviviente del mayor atentado terrorista sufrido por los Estados Unidos -fue el último con vida en abandonar la torre norte antes de que el edificio se derrumbara-, aprovechó su presencia ayer en Valencia para denunciar que el reparto de ayudas entre las víctimas no ha sido equitativo: "De los 1.750 millones recaudados menos del 2% han ido a parar a víctimas hispanas".
El Congreso Jóvenes con Valores. Lo que de verdad importa está dirigido por Además Proyectos Solidarios, una organización que colabora con fundaciones, asociaciones y ONG en proyectos "que ayuden a difundir valores en la sociedad de motivación y de ilusión para lograr un mundo mejor". El encuentro, al que asisten unos 1.500 estudiantes, también contó con la presencia de Pablo Pineda, el primer universitario europeo con Síndrome de Down, y el arquitecto mexicano Bosco Gutiérrez Cortina, que fue secuestrado en 1990 en un pequeño zulo del que escapó nueve meses después de su captura.
Para Pablo Pineda, las principales recetas para enfrentarse a la vida son el "afán de superación" y el "espíritu de lucha". Pineda fue el primero en intervenir y lo hizo con la soltura digna de un monologuista del Club de la Comedia. De hecho, fue galardonado con la Concha de Plata al mejor actor en el Festival de Cine de San Sebastián de 2009 por su participación en la película Yo también y ha protagonizado el documental La tesis de Pablo.
Relató su infancia y juventud e indicó que la peor tentación que pueden tener los padres es "sobreproteger a sus hijos", por lo que les instó a confiar en ellos. Se definió como alguien "muy inconformista" que siempre quiere "aprender más" y pidió a los jóvenes que nunca marginen a una persona con discapacidad. "No lo excluyáis porque es lo peor que puede pasarle a esa persona".
También se refirió a su primer trabajo, en el área de Bienestar Social, donde se hinchó a hacer fotocopias: "Me podían haber sacado más partido". "Cuánto talento se desaprovecha en el empleo", se lamentó.
Hoy está previsto que cierre el encuentro el arquitecto mexicano Bosco Gutiérrez Cortina, diseñador del proyecto del World Trade Center de Ciudad de México y víctima de un secuestro en el que permaneció encerrado nueve meses en un zulo de tres metros cuadrados. En un adelanto de su conferencia, ayer se refirió a la voluntad como el factor "que permite al ser humano superar los problemas que se le presentan en la vida".
Gutiérrez Cortina habló de este duro trance como del "retiro espiritual" que le permitió alcanzar un estado de paz interior que, de vez en cuando, echa de menos. "Tenemos necesidades físicas y espirituales, como la oración o la autorreflexión, que consiste en estar uno consigo mismo". "La sociedad del siglo XXI está muy centrada en el bienestar físico y olvida el espiritual; nos da miedo la soledad", apuntó.
El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, intervino en el acto inaugural y también habló de valores. Forman parte de la condición humana, "de cada uno de nosotros como personas", señaló. El jefe del Consell emplazó a los jóvenes a "poner de moda que se hable de los valores, del esfuerzo, de las ganas de hacer las cosas hechas, trabajar por los demás y pensar en quienes no lo pasan bien y tenemos que ayudarles" porque esto enriquece a la sociedad.
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