Santana admite que ampliará el ERE a 2011 al demorarse su privatización

La factoría automovilística Santana Motor, propiedad de la Junta de Andalucía, va a cerrar el ejercicio de 2010 sin despejar todos los nubarrones que acechan el futuro industrial de la planta de Linares (Jaén). La empresa admite que tendrá que negociar con los sindicatos la ampliación al año 2011 del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que expira a finales del mes próximo. Y todo porque se asume que el grupo Iveco no ejecutará su opción de compra y porque las negociaciones abiertas en paralelo con otras firmas para privatizar la empresa han vuelto a demorarse. Así las cosas, los 363 trabajadores que dependen de forma directa de Santana reanudarán esta semana las movilizaciones.

La plantilla anuncia nuevas movilizaciones ante la incertidumbre

El presidente de Santana, Bienvenido Martínez, no oculta que la situación es "complicada". Ahora bien, tras destacar el apoyo de la Junta para garantizar el futuro de la única industria automovilística con capital andaluz, asegura que hay abiertas varias líneas de trabajo para buscar una "solución global". Eso sí, advierte a los grupos interesados que "los plazos se acaban" y apunta que la decisión sobre el futuro de la compañía no debe ir más allá del primer trimestre de 2011.

En el corto plazo, Santana ha venido negociando con Iveco la opción de compra que este grupo tenía hasta mediados de mes y que finalmente se ha ampliado hasta finales de año. Aunque Iveco no ha comunicado aún formalmente que desiste de esta opción preferente, los cambios llevados a cabo en su cúpula han provocado que se revisen todos los acuerdos comerciales.

Si a eso se une que Iveco ha paralizado la producción en sus plantas de Valladolid y Barcelona y reducido la actividad en la de Madrid, los gestores de Santana trabajan ya con el convencimiento de que no habrá acuerdo con Iveco. Si eso se confirma, el presidente de Santana señala que tendrán que replantearse el contrato que ambas partes tienen suscrito para la fabricación del todoterreno Massif. La intención de la firma es asumir la propiedad intelectual de ese modelo, que ahora se comparte al 50% con la Junta.

Mientras, Santana mantiene abiertas de modo confidencial negociaciones con otros grupos automovilísticos. Martínez reconoce la "complejidad" para concretar los acuerdos, tanto por el momento de recesión del sector -más acentuado en el segmento de los todoterreno- como por la "alta dependencia" que la planta de Linares tiene del parque de proveedores de Santana. De ahí la solución global y combinada por la que aboga la Junta puesto que hay un millar de trabajadores cuyo futuro depende de que en Linares se sigan fabricando coches. Hasta ahora, solo han trascendido contactos con la compañía rusa Tagaz, que fabrica los modelos Hyundai y los todoterrenos Tager y Road Partner.

Ante la evidencia de que la privatización de Santana volverá a demorarse, Martínez admite que "lo más probable" es que se tenga que negociar con los sindicatos extender el ERE durante parte del año 2011. La carga de trabajo de la fábrica apenas ha permitido una semana de trabajo por mes a la plantilla, que teme quedarse sin prestaciones una vez que se agote el actual expediente de regulación para 36 meses del año en curso.

De este modo, la asamblea de trabajadores decidió ayer reanudar esta semana las movilizaciones para exigir a la Junta que clarifique el futuro de la compañía. Ya se han convocado movilizaciones ante la Delegación de Economía, Innovación y Ciencia en Jaén los días 19 y 30 y, entre medias, una manifestación en Linares para el día 23. "Santana tienen futuro, pero no podemos seguir trabajando una semana al mes", exclamó ayer el presidente del comité de empresa, Pedro Gálvez, que alertó que este conflicto tiene en vilo a un millar de trabajadores de las industrias auxiliares de Santana.