Sáhara Occidental, una deuda histórica
Cuando los vemos a cierta distancia, como a los cubanos y palestinos, mostramos nuestro apoyo y solidaridad, incluso en las altas esferas políticas. Cuando los tenemos a unos pocos kilómetros y sus penurias son nuestra responsabilidad, cerramos los ojos e incluso nos aliamos con el enemigo. Intereses económicos y amistades regias se imponen sobre el derecho a la dignidad, justicia e independencia de un pueblo como el saharaui. Es nuestra obligación política y moral trabajar para devolverles lo que les corresponde. Lo de apoyar a los palestinos frente al colonialismo israelí sonará a demagogia e hipocresía si no hacemos lo propio aquí al lado, donde se da exactamente el mismo proceso. El Sáhara es una de nuestras deudas históricas. Y por si quienes gobiernan en este país no lo saben o no quieren reconocerlo, la inmensa mayoría de este país está por la autodeterminación e independencia del Sáhara. Así que dejemos las declaraciones de intenciones y hagamos política de verdad, que ya es hora.- Juan Luis Urchegui. San Sebastián, Guipúzcoa.
Precisión. Sin entrar a polemizar en las vueltas que el profesor Carlos Ruiz Miguel quiere darle a mi artículo El suicidio de Marruecos, debo puntualizarle que en el pasaporte de Aminetu Haidar consta como lugar de nacimiento "Centre Akka", el 24 de julio de 1966. Akka es una pequeña localidad de la provincia de Tata cercana a la zona que fue del Protectorado sur de España en Marruecos (la región que España devolvió a Marruecos tras la guerra de Ifni en 1957, al norte del Sáhara Occidental). La pertenencia a Marruecos de la provincia de Tata (y por tanto de Akka) nunca fue cuestionada. La nacionalidad saharaui de Aminetu Haidar, que vive desde hace años en El Aaiún, es de corazón, lo que es muy respetable, pero invalida lo que el profesor Ruiz Miguel afirma en su carta: que ella no tiene la nacionalidad marroquí.- Bernabé López García.
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