"Antes había más radicalidad"

Àngels Margarit lleva medio siglo transportando los bailes de su compañía, Mudances, a lo largo y ancho del mundo. El tiempo suficiente como para hacer un alto en el camino y celebrarlo en el Mercat de les Flors. El templo barcelonés de la danza está programando hasta el 21 de noviembre una retrospectiva de su obra. Una mirada hacia atrás en la que rescata algunas de sus piezas más emblemáticas, ya sean recientes, como el Solo por placer (2005), o muy lejanas en el tiempo, como Kolbebasar (1988). "No ha sido fácil porque revisar piezas de hace dos décadas es un trabajo de arqueología importante", explica Margarit.

Durante su trayectoria ha ganado numerosos premios, como el Nacional de Dansa de Catalunya o el prestigioso Grand Prix du Concours Chorégraphique de Bagnolet. Pero le gusta recordar sus inicios. Pertenece a la primera generación de bailarines contemporáneos surgidos del Institut del Teatre, y con ellos, de 1979 a 1984, formó parte del colectivo Heura. Confiesa que era una generación que no tenía miedo a arriesgarse. "Antes había más radicalidad y esta era más aceptada, veníamos de una dictadura y todo estaba por construir, de la contemporaneidad de hace 20 años solo se ha aceptado lo más cómodo", expone con pesar. En Heura empezó a realizar trabajos como coreógrafa y la fama del colectivo traspasó fronteras. Pero necesitaba un cambio de aires, mudarse, trabajar en solitario. Por eso, en 1985 creó Mudances, una pieza para cinco bailarines que después también daría nombre a su propia compañía. Y desde ella siguió experimentando.Para ella, uno de los objetivos del ciclo es transmitir legado. "Para aprender los unos de los otros, universalizarme", replica. Por eso Corol·la, un solo de danza estrenado en 1992, ahora lo ha interpretado Roser López Espinosa. "Me cuesta despedirme de la gente y a lo largo de mi carrera nunca he estado sola", dice la coreógrafa. Así, también habrá otros colaboradores en el ciclo, como Agustí Fernández y Andrés Corchero, que el domingo mostrarán en Cartografia 2 el resultado de un nuevo encuentro de improvisación.

En el Mercat, repasa los 25 años de vida de su compañía, Mudances

La bailarina danzará en solitario el 17 y 18 de noviembre. Interpretará Solo por placer, un trabajo en el que reflexiona sobre el disfrute de danzar y el dolor de crear. Y es que a lo largo de su carrera Margarit ha transitado por diversos caminos del movimiento. Pero en cuanto a temática, imprime un sello propio que siempre la ha acompañado. "He sido muy curiosa, pero el tratamiento del espacio, una manera diferente de abordar la feminidad, y el trabajo con vídeos e imágenes son una constante en mis piezas", explica.

La crisis no la ha afectado, aunque sí ha notado un cambio en la forma de trabajar. "La gente produce con más prisa y proyectar tu trabajo en el mercado internacional es más difícil, deben replantearse las maneras de funcionar, aunque yo no estoy en paro desde los 14 años porque siempre me he movido", replica Margarit. Con esta retrospectiva no cierra la maleta. Al contrario, tiene otros proyectos. Y de momento, desvela uno: la Compañía Nacional de Danza le ha encargado una pieza. "Han trabajado con pocos coreógrafos, aparte de Nacho Duato, y que me lo encarguen a mí es algo que me enorgullece. Espero que Mudances tenga una larga vida" concluye la bailarina.