Confianza en Irlanda

EL PAÍS tiene razón en señalar que el origen del castigo de los mercados a los países periféricos viene de diversas incertidumbres. Irlanda no puede ofrecer seguridades sobre todas ellas. No obstante, sí podemos dar seguridades sobre el restablecimiento de la estabilidad de nuestras finanzas públicas, la reparación de nuestro sistema bancario, y la recuperación de la competitividad económica.

Tenemos la capacidad y determinación de asumir nuestras deudas. Antes de fin de mes se hará público un plan cuatrienal con la aprobación de la Comisión Europea donde se mostrarán los ajustes presupuestarios y las reformas estructurales para asegurar el crecimiento a medio plazo.

Hay un consenso entre el Gobierno y todos los partidos políticos respecto a alcanzar un déficit del 3% del PIB para 2014, no hay divergencias políticas. No es correcto decir que el plan bancario ha fracasado. Los costes del rescate bancario son enormes, pero sostenibles, como dijo ayer otra vez el gobernador del Banco Central de Irlanda.

Nuestra economía real es flexible y resistente, y ya se está estabilizando. Tanto la UE como el FMI esperan un crecimiento del PIB de alrededor del 2% en 2011. Nuestras exportaciones crecen: más del 7% en el segundo semestre. El comisario Rehn, en Dublín esta semana, aprobó las medidas del Gobierno, incluyendo una reducción del gasto de 15bn de euros para 2014, y un frontloading de 6bn de euros en 2011. Cuando hay pánico en los mercados, es esencial centrarse en los fundamentos. No tenemos dudas de que los cimientos de la economía real asegurarán nuestra salida de la tormenta actual. Irlanda no necesita y no tiene intención de pedir el apoyo de la UE o del FMI. Tenemos plena cobertura financiera hasta mediados de 2011. Los mercados responderán positivamente a la certeza presupuestaria y financiera que proporcionarán el plan cuatrienal y la aprobación en diciembre de los presupuestos para 2011. El gobernador del Banco Central ha dicho que no hay motivo para creer que el diferencial de la deuda irlandesa no pueda volver a los niveles sostenibles anteriores.