El portugués Banco Espírito Santo rompe con Fitch tras sufrir una rebaja
El Banco Espírito Santo (BES) ha decidido romper su contrato con la agencia de calificación de deuda Fitch, después de que esta entidad rebajase la calificación del banco a largo plazo. El banco que dirige Ricardo Salgado replicó en un comunicado a la Comisión de Mercado de Valores Mobiliarios (la CMVM portuguesa) que "no hay una justificación válida para un recorte de tres escalones [en su nota] en menos de cuatro meses".
Las notas de BES y de otro banco portugués, Millennium BCP, han sido degradadas de A a BBB+ (algo así como de "buena" a "satisfactoria"), mientras que otros dos, BPI y Banif, han retrocedido a A- y BBB-. Además, la calificación de Caixa Geral de Depositos (CGD) queda en A+. Además, Fitch ha mantenido la perspectiva negativa para los cinco bancos.
La agencia explicó que estos recortes reflejan "el aumento del riesgo de financiación y liquidez" de las instituciones, dada la elevada dependencia de las fuentes de financiación de corto y medio plazo, y se sustentan por el creciente del uso de recursos del Banco Central Europeo (BCE), informa Efe.
A pesar de una disminución en la financiación del BCE en septiembre, "los niveles siguen estando muy por encima de los de antes de la crisis", dice la agencia. Se suma a esto la financiación de enormes necesidades de deuda con vencimiento en 2011 y 2012 y el aumento de lapresión en los bancos, según Fitch.
El BES saca pecho
El Espírito Santo aseguró que ha reducido la utilización de los fondos del BCE de 6.000 millones de euros (líquidos) en junio hasta 4.300 millones en septiembre y resaltó que "no tiene necesidades de refinanciación de deuda a medio-largo plazo en el cuarto trimestre de 2010".
El grupo Banco Espírito Santo, que tuvo en los nueve primeros meses un beneficio neto de 405,4 millones de euros, tenía en agosto un tier 1 del 7,5%, por encima del 6% exigido por el Banco de Portugal para considerar una institución financiera resistente.
El papel de las agencias en la crisis -examinan la deuda de países y entidades pero no pudieron prevenir ni evitar la crisis de las hipotecas basura- ha sido puesto en tela de juicio: Bruselas quiere exigirles mayor transparencia, dado el impacto sobre las finanzas públicas que tienen sus decisiones. Y el Fondo Monetario Internacional, que ha pedido lo mismo, ha acusado a las agencias de contribuir "involuntariamente" a la inestabilidad financiera.
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