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Análisis:
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Libertad

David Trueba

Nadie parece reparar en las consecuencias de la decisión de la Real Academia de desterrar la denominación de y griega. Aprender a decir equis, ye y zeta al final de la enumeración del abecedario va a significar un cambio en las canciones de nuestra vida. Es como si Mediterráneo, de Serrat, ahora pasara a titularse Cantábrico. Todo el mundo la arma en defensa de los valores familiares, pero se olvidan de la Q de Qatar, tan hermosa ella, o de la Y griega, tratada como una ruina pompeyana. Lo urgente es que la Academia de la Lengua monte una unidad de cuidados intensivos para ciertas palabras, cuyo uso desvergonzado, abusivo o manipulador, amenaza la potencia que contienen. Cambio, progreso, memoria o dignidad están a punto de convertirse, por el abuso que se hace de ellas, en palabras tan cotidianas y manidas como picaporte, interruptor, tapujo y bronca. La autoridad lingüística haría bien en preservarlas como si fueran osos panda o linces en peligro de extinción.

Pongamos como ejemplo la palabra Libertad, convertida en estatua decorativa. Libertad puede ser un anuncio de grandes almacenes, de compañía de seguros o de pañales. Libertad puede ser una opción, un deseo, una condición o un eslogan. Pero cuando se pronuncia ya no provoca escalofrío. Le pasa como al atardecer, que los millones de postales amenazan con convertirlo en cursilería rutinaria. La semana pasada advertíamos de las urgencias marroquíes por torpedear la libertad informativa sobre los delicados asuntos saharianos. Días después fueron agredidos tres periodistas españoles para silenciar esa digna apuesta por la libertad ajena que es la información.

La palabra Libertad es fundamental para el tiempo que nos toca vivir. Algo grave estamos haciendo con ella si suena a falsedad, a pose. Como todo aquello que es imprescindible, si abusas de ello cuando no es necesario, termina por estar agotado cuando más lo precisas. Lo más negativo de la nueva designación de la y griega es precisamente la pérdida de su procedencia original. Lo que tenía de tesoro de una civilización que nos regaló conceptos como democracia o libertad. La y era griega en lo que tenía de unión, de asociación. Olvidar Grecia es olvidar la larga lucha para llegar a lo que somos.

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