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Análisis:
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Acuerdo tan importante como necesario

El pacto presupuestario firmado en el Congreso de los Diputados entre el PSOE y el PNV -además del firmado entre PSOE y CC- es necesario y, como tal, su importancia alcanza, como mínimo, el mismo nivel de idoneidad y bondad que su necesidad. El acuerdo da estabilidad al Gobierno de Rodriguez Zapatero, ciertamente atribulado por la situación difícil y delicada; por el ataque furibundo de los medios de comunicación -unos más que otros-, que ha determinado que los niveles de valoración se hayan desplomado sin que hayan subido los de los líderes de la oposición, y por la acción mezquina e injustificable del principal partido de la oposición, el PP, mucho más entregado a eclipsar cualquier señal de esperanza y destruir cuanto el Gobierno propone que a construir un nuevo tiempo más próspero para España y para todos los españoles. Por tanto, se produce la curiosa paradoja de que la actitud del PNV haya resultado ser más patriótica que la del PP: el abertzalismo, siempre controvertido, del PNV ha resultado más eficaz y mejor intencionado que el patriotismo del PP.

El 'abertzalismo' del PNV ha resultado más eficaz que el patriotismo del PP

Sin embargo, conviene explicar algunos comentarios que, procedentes de orígenes diversos, sólo han pretendido mostrar el acuerdo como un pacto de intereses, una transacción o, aún peor, una renuncia del Gobierno del Estado ante una fuerza política que "ni siquiera gobierna en la comunidad autónoma a la que pertenece". Para ello, no han dudado en poner en tela de juicio la legitimidad de los diputados nacionalistas para decidir, o influir, sobre asuntos de Estado, recurriendo al hecho de que el montante global de los votos que consiguen es inferior al de otras fuerzas de ámbito estatal, siendo su representatividad mayor. Bien, es verdad, pero nuestro sistema electoral así lo tiene previsto.

¿Es el acuerdo un pacto de intereses? Lo es, pero ¿es eso acaso malo? El auténtico interés es la estabilidad del Gobierno y del Estado, pero no ocultaré que en el acuerdo logrado tanto el PNV como el PSOE obtienen beneficios. El PNV, porque se erige en la fuerza política más responsable de la oposición de la Cámara. Además, de este modo supera -ojalá lo haga de forma definitiva- el largo periodo en que sus objetivos políticos estaban mucho más allá de lo que puede aspirar una fuerza supeditada al orden constitucional y estatutario. El PSOE, porque ostenta la gran responsabilidad de gobernar y cualquier desidia o abandono, sólo porque la situación crítica dificulte la acción del Gobierno en exceso, supondría el descrédito del socialismo y del PSOE como partido, además de poner en entredicho el sentido del deber que siempre ha caracterizado al presidente.

Quien, como ha hecho Zapatero, ha arriesgado tanto tomando decisiones tan comprometidas y difíciles no podía dejar las naves a la deriva, sobre todo después de haber comprobado que quien se dice llamado a sustituirle es tan insidioso y poco contundente como Rajoy. Es decir, que uno de los intereses más fundados que puede tener un socialista es evitar que la derecha alcance el poder y, en todo caso, conseguir que lo haga cuanto más tarde.

La estructura del discurso con el que Rajoy intentó contrarrestar a la ministra Salgado no pudo ser más explícita. Primero, una afirmación general y categórica a la que siguió una regañina dirigida a los grupos que apoyaban al Gobierno: "Estamos ante unos presupuestos que ni son adecuados, ni son sociales, ni son austeros, ni son fiables... ¿Cómo se entiende que lo que a todo el mundo le parece mal cuente con la bendición de algún grupo de esta Cámara?" Curiosa contradicción porque si "a todo el mundo le parecen mal", según Rajoy, por qué hay grupos que apoyan, uno de ellos el cuarto en representación en el Congreso.

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Así que ya sólo le quedó adornar la plática con frases tajantes: "Son la expresión numérica del rotundo fracaso de una política económica", o "son perniciosos por responder a los apremios de un Gobierno al que intranquiliza su propia supervivencia, y son lamentables por esa resignación que rezuman, por eso explícita renuncia a combatir". El acuerdo ha dado al traste con la estrategia y el programa que ya tenía elaborado el PP, que pasaba por la celebración de elecciones anticipadas. Por eso, su último hálito mostró sus vergüenzas: "Ustedes tienen una mentalidad de náufragos y no lo ven porque ya no piensan más que en sobrevivir (...) Lo que España necesita no es lo que ustedes le están ofreciendo". También por esto el acuerdo es trascendental.

No quiero acabar el artículo sin subrayar una frase de su discurso: "No deja de ser una paradoja que el actual lehendakari vasco pueda esperar hoy una mayor lealtad del PP que de su propio partido". Habría que recordarle su comportamiento con respecto a los parlamentarios vascos del PP, cuando fue tratado el blindaje del Concierto Económico vasco, obligándoles a una vergonzosa huida de sus escaños. Porque si el ámbito del PP es España y, por tanto, incluye al PP vasco, que firmó su acuerdo con el PSE-EE, también lo es para el PSOE, que incluye al PSE-EE. El lehendakari sabe bien de quién puede obtener sus apoyos más consistentes y, por ende, sabe que serán los socialistas españoles mucho mejores aliados que los populares españoles. Salvo porque persiguiendo otros intereses, como puede ser obtener el voto de los nacionalistas españoles que viven en Euskadi y consolidar el de quienes, en el resto de España, sólo quieren la doblegación de los nacionalismos regionales, no hay otra razón en el apoyo que el PP presta al PSE. Una vez más, sus intereses particulares están por encima de todo lo demás; ahí reside su lealtad.

El pacto presupuestario es bueno para Euskadi, y va a encontrarse con un lehendakari firme y consolidado que, no sólo culminará el proceso de transferencias nuevas y partidas presupuestarias necesarias -como lo son las aprobadas para otras comunidades-, sino que se encontrará con un equipo de gobierno capacitado para gestionar los resultados. Por todo ello, el acuerdo cuenta con el apoyo de los socialistas vascos, un apoyo tan fuerte como el que se dio al acuerdo PSE-PP en Euskadi.

Josu Montalbán es diputado del PSOE en el Congreso por Vizcaya

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