La Xunta considera un éxito la visita del Papa pero evita concretar cifras

Como el presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, no admitió preguntas la noche del sábado sobre su balance del paso de Ratzinger por Santiago, le tocó al conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, valorar la visita sin olvidar las expectativas de visitantes creadas. "Se cumplieron todos los objetivos", afirmó Rueda, que cifró en "decenas de miles de personas" los fieles que se acercaron a la capital gallega y subrayó el efecto llamada: "Galicia se volcó en el mundo y lo que esperamos es que ahora el mundo se vuelque en Galicia".

Aún con las plazas llenas del Obradoiro, Quintana y algunas más pequeñas de la ciudad, las expectativas no se cumplieron y, preguntado por ello, Rueda disculpó que "es difícil concretar" los datos y que ese trabajo "no le corresponde a la Xunta de Galicia". Sin embargo, sí aseguró que el casco histórico de la ciudad "estaba abarrotado". "Estamos hablando también de los millones de personas que lo vieron por los medios de comunicación", recordó.

Para la Xunta el balance es "absolutamente positivo". "El día histórico que dijimos que iba a vivir Galicia se vivió", aseguró el conselleiro. Sin embargo, en una entrevista concedida a la Cadena Ser, el mismo Rueda admitió que el temor al dispositivo de seguridad "ha disuadido" a muchas personas de acercarse a Santiago. "Había que hacerle entender a la gente que no iba a haber tantas incomodidades" porque "hubo gente que pensó que iba a ser difícil acceder".

Con el sabor de fracaso que dejó la visita en el comercio, pero a falta aún de una valoración de las asociaciones de hosteleros de la capital gallega, el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, insiste en que los efectos del acontecimiento hay que buscarlos en un horizonte más lejano: "El lleno era primordial. No es un tema de un día o de una semana. Es un tema que hay que ver a 10 ó 15 años".Sin embargo, Bugallo lamentó que el número de personas en la calle no fuese el esperado y mucha gente "lo siguiera por televisión". "Todos lo lamentamos", afirmó. El cálculo de 200.000 posibles visitantes salió de la Xunta y Bugallo consideró que no le corresponde a él opinar al respecto: "Se manejaban unas cifras que no coincidieron con la realidad. El operativo de seguridad que se preparó era para esas cifras". El alcalde explicó que ya eran conscientes antes de la llegada del Papa que el 99,9% de la gente que lo viese lo haría por televisión. "Ahora sería el 99,95%".

Con todo, el balance del Ayuntamiento es, como el de la Xunta, positivo. "Estamos encantados. Todo el mundo que quiso ver al Papa pudo verlo y todo el quiso venir a Santiago pudo venir", aseguró el regidor, que se mostró contento por la imagen "fantástica" que se transmitió de la ciudad.

El BNG, que no participó en los actos por considerarlos una visita pastoral, calificó el día de "un fiasco de planificación, un fiasco de previsión y un despilfarro del Gobierno gallego". El portavoz nacional, Guillerme Vázquez, aseguró que las expectativas económicas creadas por la Xunta fueron "desmesuradas: "Al final se destinaron más de tres millones para llenar a duras penas la Praza do Obradoiro", criticó. Por ello, el BNG pedirá explicaciones en el Parlamento sobre el "mal uso" del dinero público, informa Europa Press. El PP felicitó a la Xunta porque "demostró al mundo" que es "un ejemplo a la hora de organizar eventos".

Mensaje político

Guillerme Vázquez analizó también el mensaje político de las palabras de Benedicto XVI sobre el laicismo de España, que tachó de "ingerencia intolerable en la vida civil". El nacionalista consideró "verdaderamente imprudente" el mensaje de Ratzinger al comparar la situación con los años de la II República previos a la Guerra Civil por el "triste papel que jugó en su tiempo la Iglesia, como uno de los pilares que sustentaron la dictadura franquista".

El secretario general del PSdeG, Pachi Vázquez, censuró también las palabras del Papa en Barcelona que criticaban el matrimonio homosexual y la ley del aborto, informa Pablo López. Aunque no lo citó directamente -"alguien que anduvo por aquí estos días", dijo-, afirmó que "es problema de él si no cree en los matrimonios homosexuales y en la libertad para elegir sobre el aborto".