"El AVE aumentará el turismo un 5%"
Vicente Blasco Infante (Valencia, 1935) pone sobre la mesa con gesto de fatiga los informes de impacto que las distintas administraciones han elaborado sobre la llegada del AVE; un ejemplo de la falta de coordinación y trabajo común que tan caro acaba costándole al territorio. En unos días empezará a negociar con Renfe los paquetes turísticos vinculados a la alta velocidad y lamenta el baile de personas al frente de la Consejería de Turismo; "si al menos se mantuviera al segundo escalón".
Pregunta. ¿El AVE va a reportar más beneficios a Madrid o a Valencia?
Respuesta. Para nosotros es una magnífica noticia. Pero estamos hablando siempre del turismo y yo creo que el primer beneficio es para los valencianos que ya se desplazan a Madrid. Los que en avión tardaban dos horas y media en llegar desde su casa, y a los que les costaba tres horas y media en el Alaris, ahora irán mucho más rápidos y podrán hacer las gestiones el mismo día.
"La imagen de corrupción no es buena para el negocio"
"Es una pena no aprovechar la dársena con lo que costó"
"La demora de la Generalitat ha llevado a empresas a la ruina"
"Los políticos deben dejarse de individualismos y coordinarse"
P. ¿Qué crecimiento de turismo espera para Valencia?
R. Se habla de que el 80% de los viajes serán de negocios y el 20% por turismo. Hay quien piensa que el turismo se va a incrementar un 20%, y no es así. Porque los que ahora van en Alaris, irán en AVE, y parte de los que van en avión, irán en AVE. Al final hablamos de un posible aumento hacia la ciudad de Valencia en torno al 5% o al 6%, que es un buen crecimiento. Si estamos en torno a los dos millones de turistas, hablamos de 120.000 más. En ese crecimiento se incluyen turistas de alto poder adquisitivo de Estados Unidos, Latinoamérica, Japón o China que pasan unos días en Madrid y tienen programas para ir un día al Escorial, Toledo, Segovia y desde que está el AVE, a Sevilla y Córdoba. Con más razón, porque está más cerca, podrán venir a Valencia. Volviendo a dormir a Madrid o quedándose una, dos o tres noches, lo que abre la puerta a la zona de interior. Pero todo esto habrá que hacerlo bien.
P. ¿Qué hace falta para que funcione?
R. El producto tiene que tener la mayor distribución posible, vía agencias de viaje mayoristas. Y hay que crear un producto bueno con un precio razonable. Un paquete de billetes, comida, actividades y, si es posible, alojamiento que tenga un precio de mercado. Tenemos que ser sensatos.
P. Las Administraciones parecen más preocupadas en capitalizar el AVE que en coordinarse para lograr el máximo provecho.
R. El sector empresarial lo ha demandado muchas veces y seguimos haciéndolo. La coordinación entre las administraciones no es lo bastante efectiva. Muchas veces se cae en individualismos, también dentro del sector empresarial. Tenemos que ir todos juntos no sólo en el AVE. La aportación económica al turismo es insuficiente y no hablo de subvenciones a asociaciones, sino de dinero para promoción. Controlarlo debidamente. Hacer un seguimiento del retorno. Dejarnos de cuestiones políticas y de intentar ponerse uno u otro delante y actuar de forma coordinada. Y tenemos que darnos cuenta de que no se pueden hacer marquitas. Lo que valen hoy son las marcas. En Italia hubo un intento de crear la marca Lombardia-Véneto y volvieron a la marca Italia. Hemos de tener claro que en Estados Unidos, China o India no podemos promocionar Valencia, Alicante, Logroño, ni incluso Madrid. Hay que estar en una estrategia general y el empresariado debe colaborar económicamente en ello.
P. Ryanair vuelve a Valencia. ¿Es tan importante? ¿Fue un error dejarle marchar?
R. Es importante porque Valencia iba muy floja en destinos de punto a punto. Su marcha fue un tema delicado, porque las maneras comerciales de Ryanair, su presión para recibir ayudas, muchas veces son incorrectas.
P. ¿Qué queda del impacto turístico de la Copa del América?
R. No entro en si el retorno económico ha sido este u otro porque no lo sé. Lo que puedo decir es que estando en varios países vi en la televisión la Copa del América, Spain, Valencia. Una campaña mediática similar hubiera costado tanto que no se hubiera hecho. Ahora bien, lo que no se puede es morir de éxito. Hay que mantenerse año tras año en el pódium, porque sino vas perdiendo fuerza, vas perdiendo fuerza...
P. ¿Y eso se ha conseguido?
P. No estamos al 100%. Creo que estamos en un 70% o un 80%. Hace falta un esfuerzo en el producto. Es una pena que con la inversión que se hizo en la dársena no se esté aprovechando. Y es fácil. Solo hay que darse una vuelta por otros lugares. Ver la de Sydney, la de Melbourne, el mismo puerto de Barcelona... Algo que puede ayudar a la dársena son el AVE y las embarcaciones privadas con el AVE. Que un madrileño coja el tren a las ocho de la mañana, está en el puerto a las 10, salga con el barco, y a las 9 de la noche está en su casa. La dársena necesita vida. No sólo restaurantes de varios tenedores, sino restaurantes normales. Que la gente pueda tomarse una Coca-Cola a un precio razonable.
P. La Generalitat paga con retraso a casi todos los sectores con que contrata, también a las agencias de viaje. ¿Cómo se sobrevive?
R. La Generalitat, en general, paga tarde. Y no suspende pagos nunca, esa es la única ventaja que tiene. A las agencias de viaje no les ha afectado mucho porque el volumen no es excesivo. Pero perjudica indirectamente, porque las agencias también da servicio a empresas. Y la demora de la Generalitat les provoca problemas. Ha llevado a la ruina sobre todo a aquellas que no tienen capacidad crediticia ni circulante suficiente para aguantar.
P. ¿Valencia vivió una burbuja hotelera a raíz de la Copa del América y los grandes eventos?
R. Valencia tenía un déficit de plazas hoteleras. Era una ciudad de paso. Teníamos una oferta turística monumental correcta y la sociedad valenciana no se creía el turismo. Ahora empieza a creérselo, aunque tampoco demasiado. Durante las ferias más importantes, la del mueble, la cerámica, había un problema y era que la gente se iba a dormir a Castellón, Gandia o Cullera porque la capacidad hotelera de Valencia era muy baja. Llegó el boom de la construcción y parte de los constructores pensaron que los hoteles eran una buena inversión. Y lo fue, sobre todo para los primeros, con amortizaciones muy rápidas. Después se complicó. Ahora creo que estamos en una situación correcta, teniendo en cuenta que dos grandes hoteles han cerrado.
P. En Alicante y Benidorm se quejan de que el negocio está allí pero la mayoría de inversiones turísticas se han realizado en Valencia. ¿Tienen razón?
R. Los centralismos nunca están bien vistos y la ciudad de Valencia a veces es centralista. Castellón y Alicante a veces se han visto como los hermanos pobres de la historia. No creo que sea para tanto, pero se ha dado.
P. Usted ha tenido una relación directa con la política valenciana durante mucho tiempo. ¿Es éste el momento político más complicado que ha visto?
R. Sí. Yo he vivido la Transición democrática y como mínimo había respeto entre las personas, un respeto al ciudadano por parte de los políticos, una visión de futuro. Ahora estamos estancados, pero confío en la sociedad civil valenciana, que tiene que implicarse más. Muchas veces perdemos el tiempo con guerras no solo entre los partidos sino en guerras internas de los mismos partidos, y eso no lleva a ningún lado.
P. ¿Perjudica al negocio turístico la imagen de territorio corrupto que se está forjando?
R. Berlusconi no tiene muy buena imagen e Italia mantiene su imagen. El turista lo que quiere es paz, tranquilidad y viajar tranquilo... Hombre, no es bueno, porque también nos mete a todos en el mismo saco. Exagerando la cuestión pueden pensar: "Cuando vaya ahí me van a robar en el hotel, en el restaurante..." Pero no creo que llegue hasta ahí.
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