La batalla de los motores

La rotura del tercer motor de Fernando Alonso causó un cierto impacto entre la afición, pero no pareció preocupar en absoluto ni al piloto ni a los responsables de la escudería Ferrari. Alonso rompió el propulsor después de haber dado 20 vueltas en los primeros entrenamientos libres de ayer, cuando faltaban unos cinco minutos para la conclusión. Parecía enfadado al bajarse del coche, pero sería porque los tiempos no le habían acompañado en absoluto hasta aquel momento. "El equipo ya esperaba lo que ocurrió", confesó luego el doble campeón español. "Teníamos previsto cambiarlo para la segunda sesión... Se nos adelantó un poquito".

Más que roto, aquel era un motor agotado. Era el que se había utilizado en los entrenamientos libres de Bahrein -la primera carrera del Mundial- y que fue retirado porque se calentaba. Ante el peligro, decidieron preservarlo y usar otro para la carrera. Aquel motor fue reciclado cuando la FIA permitió a Ferrari revisar sus motores en aras de la fiabilidad. La revisión se produjo antes del Gran Premio de España, en el mes de mayo. El motor de Bahrein fue utilizado luego en muchas sesiones libres hasta agotar su vida ayer en Brasil, habiendo recorrido algo más de los 2.000 kilómetros de su ciclo vital.

Un motor seminuevo puede conceder más de una décima de ventaja

"No creo que los motores vayan a ser determinantes en la lucha por el título", aseguró después Alonso. "Ese no va a ser el problema". Tanto él como el resto de los pilotos que se disputan el título han utilizado ya los ocho motores que les permite el reglamento. Pero Alonso es el que más propulsores ha roto y el que tiene más machacados los cinco que todavía le quedan. Aunque se especula con que tiene uno que solo ha corrido un gran premio, otros muchos informes aseguran que tiene dos propulsores con dos carreras a cuestas y tres con tres carreras. En cambio, su principal rival, Webber, ha roto dos motores, pero tiene uno -el que previsiblemente usa en Brasil- con una clasificación y solo 19 vueltas de la carrera de Corea del Sur, que no concluyó por culpa de un accidente. Es decir, este motor es prácticamente nuevo.

¿Concede esto alguna ventaja? Los expertos discrepan en este punto. Andrea Stella, ingeniero de pista de Alonso, comentó hace unos meses que la diferencia entre un motor nuevo y uno usado en una o dos carreras puede ser de una décima como máximo. Sin embargo, Laurent Mekies, jefe de ingeniería de Toro Rosso, aseguró: "Cuando un motor ha cubierto dos grandes premios, ha superado ya la mitad de su vida. En momentos puntuales puede ir al máximo rendimiento, pero en la mayoría hay que preservarlo y el precio son algunas décimas". Según estas tesis, un motor seminuevo como el de Webber puede conceder incluso más de una décima sobre otro usado en dos carreras. "Pero a veces uno usado da mejor rendimiento incluso que uno nuevo", concluye Stella.

En Red Bull creen que la gestión de los motores les da una ligera ventaja tanto a Vettel, que solo ha roto uno y tiene uno todavía con una sola carrera a cuestas, como a Webber. Pero cuando ayer se le preguntó a Fernando Alonso cuál era la diferencia entre un motor usado en una carrera y otro utilizado en dos, respondió: "Centésimas o milésimas. Entre uno nuevo y otro agotado hay una décima. Así que si haces divisiones llegas a la conclusión de que son centésimas. No veo que ese vaya a ser el gran problema de la batalla final. El mayor problema será la fiabilidad, no solo de los motores, de los embragues -ayer Massa lo rompió en la segunda sesión-, de los frenos, de todo el coche". Sin embargo, con el motor agotado en la sesión matinal no pasó del 1m 14 segundos. Y con el que usó por la tarde, estuvo en 1m 12,3s... Con la puesta a punto modificada, sin duda.

A falta de dos carreras, la batalla de los motores también puede ser crucial. Ferrari está convencido de que tiene la situación bajo control y sigue al pie de la letra el plan establecido después de la segunda rotura de Alonso en China. Pero un motor con dos carreras es una caja de sorpresas. Hasta ahora, se han mostrado tan sólidos y rápidos como los que más. Y el equipo espera que en Brasil y en Bahrein todo siga igual.