El alcohol y los narcos

A veces, las evidencias científicas solo sirven para constatar que los humanos somos seres contradictorios, acomodados a las costumbres; aunque sean malas. David Nutt, ex asesor en estupefacientes del Gobierno británico, ha publicado en una revista científica una nueva clasificación sobre las drogas (tanto legales como ilegales) para llegar a una conclusión ya sabida: el alcohol, además de ser pernicioso para la salud de quien lo consume, es el que más daños produce a la sociedad, muy por encima de la heroína, la cocaína y, por supuesto, el cannabis. Esos daños se traducen en riesgo de causar víctimas por accidente, problemas de convivencia familiar o posibilidad de delinquir, entre otros.

En esa clasificación, en la que Nutt ha combinado múltiples datos, el tabaco, otra droga legal, pero menos aceptada hoy día que el alcohol, tampoco sale bien parado; de hecho lo considera más peligroso que otros estudios. Los cigarrillos, según Nutt, causan los mismos estragos para la sociedad y para el propio consumidor que la cocaína, la quinta droga más perniciosa después del alcohol, la heroína, el crack y la metanfetamina.

Como es sabido, el cannabis mantiene su, digamos, buena posición en esa tabla. Es mucho menos dañino que el alcohol, el tabaco o el crack. Así que, de ser consecuentes con este tipo de estudios y dado que pocos conciben un festejo sin algún estimulante, en las bodas los padrinos invitarían a canutos en vez de a champán y puros. Pero por la misma regla de tres habría que compartir con los invitados unas cuantas setas alucinógenas, un poquito de LSD y unas dosis de éxtasis, tres drogas que, según el estudio de Nutt, son las menos dañinas de un total de 20 sustancias analizadas.

Estados Unidos sabe mejor que nadie el precio de prohibir el alcohol. La Ley Seca desató un conflicto sin precedentes. Pese a ello, finalmente, los californianos han optado por dejar las cosas como están y no legalizar la marihuana. Lo contrario, se cree, habría dañado los intereses de los narcos mexicanos que surten de cannabis al país vecino. Quizá lo estén celebrando: con alcohol, naturalmente.