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El fin de las ayudas públicas condena al Noitebús

Los empresarios reconocen que no podrán mantener los precios en 2011

En los presupuestos para 2001 presentados por Facenda la semana pasada ya no hay partidas para el Noitebús. Lo anunció el propio Feijóo como medida para recortar gastos en la administración autonómica, unos seis millones de euros al año con los que se subvencionaban 195 rutas nocturnas de autobús que conectaban las localidades de marcha los fines de semana. A partir de enero de 2011 serán las empresas que venían cubriendo este servicio las que decidirán si les compensa continuar, con precios más altos y rutas reducidas.

Desde que el Noitebús llegó a Melide, hace dos años, a la empresa Freire, radicada en Lugo, se le llenaban los autobuses de las dos rutas de Noitebús que gestiona desde Arzúa hasta Melide. "Se fue creando la cultura de usar el autobús para salir de marcha", reconoce la concejala de Mocidade, Anabel Ramos. Hasta nueve rutas tienen como destino esta localidad coruñesa de menos de 8.000 habitantes que cada fin de semana se convierte en el epicentro de la marcha nocturna gallega. Las dos rutas de los autocares Freire salen de Burres, una parroquia de Arzúa, con una media de 15 viajeros por trayecto. Pese al éxito, la empresa reconoce que no podrá seguir prestando el servicio a partir del 1 de enero del 2011. Al menos no en las mismas condiciones. "No son rentables sin subvenciones", asegura un portavoz de Freire. Ni siquiera una de las líneas de más uso podrá mantener unos billetes que hasta ahora tenían un precio casi simbólico -dos euros cuando el bipartito puso en marcha el servicio en 2006 y 2.50 desde este año, ida y vuelta- y unían localidades pequeñas con otras no mucho mayores que concentran el ocio nocturno de sus comarcas. Sucede, por ejemplo, con la ruta que comunica el municipio de Baleira, en Lugo, con la parroquia de Muimenta (Cospeito, A Terra Cha), a la que también llegan autobuses desde Xove, Lugo, Begonte, A Fonsagrada, Ribadeo, Ribeira de Piquín y Mondoñedo, o con Santa Comba, destino de 19 líneas del Noitebús. "Deberían subvencionarse por lo menos las rutas que tienen más usuarios", asegura el portavoz de Freire.

En un contexto de crisis como el actual, en el que los presupuestos de los municipios también se han visto reducidos, Ramos admite que los ayuntamientos tampoco podrán hacerse cargo de las rutas, ni siquiera reduciéndolas. "Como mucho, podremos contratar algún servicio para alguna fiesta puntual, pero no más. Un servicio puede costar hasta 300 euros", explica la concejala. El Ayuntamiento presentará en los próximos días una moción contra la decisión de la Xunta de aparcar un servicio que no dejaba de aumentar en usuarios y que había sido calificado de éxito por el conselleiro de Medio Ambiente. "Estamos convencidos de que el servicio ayuda a salvar vidas", se congratulaba Agustín Hernández el verano del año pasado, al anunciar que las rutas aumentarían hasta un 22%.

El apoyo institucional al Noitebús empezó a disminuir en otoño, cuando la Xunta eliminó nuevas rutas con destino a Santa Comba, Carballo, Ourense, Lalín, Escairón y Ponteareas. El futuro del resto de las rutas quedará a merced de "criterios empresariales".

"Hay que verlo con las gafas de lejos"

El Noitebús nacía en 2006 con una vocación clara: evitar que los jóvenes utilizaran el coche los sábados por la noche. El éxito de las rutas ha sido dispar. Algunas no terminaron de cuajar y el número de usuarios fue muy bajo, con cinco viajeros por trayecto en algunos casos. "Estas son las cosas que habría que ponderar", asegura Carlos García, presidente de la Federación Galega de Asociacións de Transporte de Viaxeiros (Transgacar), que representa a muchas de las empresas que realizan rutas del Noitebús. Para García, la supresión del servicio no se justifica como medida de ahorro de la Xunta. "El Noitebús es de estas cosas que solo se pueden mirar con las gafas de lejos. Si evitamos accidentes, nos sale muy barato", razona.

Para Jeanne Picard, delegada en Galicia de la ONG Stop Accidentes y al modelo de ocio nocturno que se le ofrece a los jóvenes, el fin de las subvenciones al autobús nocturno aumentará el riesgo que los jóvenes sufren al volante. Picard está convencida, además, de que lo ahorrado en ayudas se irá por otro lado. "Nadie habla de lo que cuesta un daño cerebral", lamenta. Como única solución, llama al compromiso de los ayuntamientos y locales de ocio para buscar nuevas formas de financiación del servicio. En 2009, 206 personas perdieron la vida en las carreteras gallegas, casi 100 menos que en 2006.

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