La policía busca dos furgonetas que huyeron de la nave

La policía busca dos furgonetas que huyeron a gran velocidad del lugar donde se encuentra la fábrica incendiada ayer en Alcalá de Henares. Varios testigos presenciales explicaron a los agentes que el fuego pudo haberse originado al encender varias personas uno de los bidones cargados de tinta para paliar el frío. Los mismos testigos explicaron que tras aparecer el humo vieron salir de las parcelas dos furgonetas, una de color blanco y otra azul, algo que pudo haber quedado grabado por la cámara de seguridad de una empresa aledaña.

El incendio de esta nave en la que se almacenaban tintas de imprenta y que estaba abandonada en el polígono Azque obligó a desalojar a varias empresas de la misma zona. Además, provocó desde el mediodía de ayer y hasta pasadas las tres de la tarde una columna de humo negro, que llegó hasta los 100 metros de altura y que era visible desde varios kilómetros de distancia. Pese a la aparatosidad del suceso no hubo ningún herido, sobre todo porque la fábrica, situada entre la A-2 (autovía de Barcelona) y la M-100 (carretera de Daganzo), no tenía actividad alguna desde hacía unos dos años.

El Ayuntamiento dice que informó del abandono de la fábrica siniestrada

La combustión de bidones provocó numerosas explosiones

El estado de abandono de la nave, de 10.000 metros cuadrados de superficie, y en la que se encontraban a la intemperie decenas de bidones cargados de sustancias inflamables, posibilitó que las llamas se propagaran rápidamente. Este fuego convirtió los bidones en auténticos "proyectiles", según explicó un portavoz de los bomberos, que explicó que estos recipientes, de unos 200 kilogramos de peso cada uno, estaban construidos de acero. Estos "cohetes" llegaron a desplazarse por los efectos de las explosiones hasta 40 metros de distancia, algo que impedía que los operarios pudieran acercarse al foco del incendio, según indicó ayer el responsable de las 14 dotaciones de bomberos de la Comunidad y una del aeropuerto de Barajas que extinguieron el fuego. Este bombero explicó también que uno de estos "proyectiles" llegó a destruir parte de uno de los tejados de las naves contiguas, sin que se registraran heridos.

La empresa Hunolt cerró su factoría de Alcalá hacía ya unos dos años, pero desde hace diez meses estaba totalmente abandonada, sin seguridad privada. Esta situación, según explican los trabajadores de las empresas cercanas, la aprovechaban los ladrones para robar todo tipo de materiales, especialmente metales y cables telefónicos. El humo, inicialmente de color negro, se convirtió en blanco pasadas las tres de la tarde al ser rociadas las parcelas afectadas por el fuego por espuma, una forma de enfriar la sustancia inflamable, que con altas temperaturas podía volver a generar llamas y reavivar el incendio.

Junto con el humo el incendio desprendía un fuerte olor a pintura quemada que alarmó a los vecinos y trabajadores, pero especialmente hizo temer por los alumnos del cercano colegio San Gabriel, que según fuentes del Servicio de Emergencias 112 y el propio alcalde de Alcalá de Henares, Bartolomé Soler, nunca estuvieron en peligro.

Un portavoz del Ayuntamiento aseguró ayer a EL PAÍS que con motivo de las quejas de las empresas aledañas por los continuos robos en la zona informaron hace dos semanas a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio acerca del abandono de las parcelas. Tras conocer los hechos, y según el Ayuntamiento, el Gobierno regional presentó una denuncia en un juzgado. Fuentes de la investigación explicaron que pese a los continuos robos la empresa propietaria de la nave nunca llegó a presentar denuncia en los juzgados, algo que impedía la captura de los ladrones.