Preocupación por el panorama bancario
El Ibex 35 no parece capaz de ganar altura a corto plazo, al menos no con facilidad, si los inversores continúan haciendo caja casi de inmediato. Los avances de las últimas semanas han puesto a tiro muchos valores y solo faltaba que alguien viniera a recordar que el aumento de la tasa de morosidad de la banca española puede crear problemas a las entidades.
El anuncio de la agencia de calificación de riesgo Moody's, que considera que la rentabilidad de los bancos españoles puede estar bajo presión año y medio más, hizo aumentar la presión vendedora sobre los valores bancarios y frenó los intentos de superación de los 11.000 puntos del Ibex 35.
La apertura de la sesión fue positiva y el Ibex 35 comenzó en 10.988,40 puntos, pero los recortes en la cotización de los valores bancarios comenzó muy pronto y el índice fue perdiendo altura hasta llegar al mínimo intradía casi al final de la sesión, con 10.835,20 puntos.
Aunque fueron los valores bancarios los que llevaron la voz cantante en los descensos -salvo Bankinter, todos los grandes perdieron más del 1% al cierre-, el conjunto del mercado vivió una sesión confusa. El índice Ibex de los valores medianos subió el 0,35% y el de los pequeños bajó el 0,69%, lo que indica que hay otros valores, además de los bancarios, que generan desconfianza entre los inversores.
El resto de las plazas europeas obtuvo mejores resultados tras conocerse el índice de pedidos industriales del mes de agosto en la eurozona. La subida del 5,3% en los pedidos fue la mayor en cinco meses, pero las diferencias entre países son tan evidentes como la respuesta de cada uno de los mercados ante el dato. París subió el 0,04% y Fráncfort el 0,51%. Con todo, parece que el enfriamiento de la recuperación económica no va a ser tan grave como se temía, aunque falta saber si un par de países son capaces de tirar del conjunto, incluso si existe la voluntad de hacerlo, algo que algunos habituales ponían en duda.
El nuevo avance de la Bolsa de Nueva York, tras el frenazo del pasado viernes, no consiguió animar a los mercados europeos, en los que los inversores parecen haberse vuelto excesivamente cautelosos, y es que los indicadores conocidos ayer en Estados Unidos solo aportaban luces y sombras al panorama económico.
