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Guerlain huele a podrido

Unas declaraciones racistas del perfumista desatan una ola de indignación y propuestas para boicotear la marca

Manifestación en las calles de París el pasado fin de semana, protestas de grupos antirracismo, intervención del Gobierno francés y petición de boicoteo a sus productos. Estas son las consecuencias de unas desafortunadas declaraciones del empresario Jean-Paul Guerlain, quien aseguró: "Por una vez, me puse a trabajar como un negro. No sé si los negros han trabajado tanto, pero bueno". Esa afirmación la realizó el perfumista, de 73 años, a la cadena pública France 2. Sus palabras han metido en serios problemas a la marca a la que da nombre.

Guerlain utilizó la palabra "nègre", que tiene un sentido despectivo en francés, en lugar de "noir", que es más neutra. Y, de inmediato, las asociaciones SOS Racisme y el Consejo Representativo de las Asociaciones Negras (CRAN) mostraron su indignación y anunciaron que iban a denunciarle. La polémica llegó incluso al Gobierno. La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, consideró "patéticas" las palabras de Guerlain.

En vista del revuelo, el perfumista se disculpó. "Mis palabras no reflejan de ninguna forma mi pensamiento profundo, sino que revelan un error fuera de lugar que lamento profundamente", afirmó Jean-Paul Guerlain. Una excusa que no todo el mundo cree, ya que no es la primera vez que el empresario hace manifestaciones de este tipo. En 2002 recibió una denuncia por el trabajo clandestino en sus plantaciones de Mayotte, la colonia francesa situada en el océano Índico. "Ya se sabe que aquí [refiriéndose a Mayotte] la mano de obra clandestina es un mal endémico", argumentó.

Guerlain es uno de los hombres más ricos de Francia. Hace años vendió la marca al grupo LVMH, aunque sigue vinculado a ella como consejero en tendencias olfativas. Un portavoz de LVMH ha calificado de "inaceptables" los comentarios de Guerlain y se ha desmarcado recordando que siempre han condenado enérgicamente "todas las formas de racismo". Pero tampoco esta declaración ha calmado los ánimos. "Más allá de una simple condena, esperamos una queja de LVMH contra Guerlain", han manifestado portavoces de los grupos antirracismo que han iniciado un boicoteo a la marca.

Protestas ante la sede de Guerlain en París, el pasado fin de semana.
Protestas ante la sede de Guerlain en París, el pasado fin de semana.AFP

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