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Reportaje:

La crisis permite cumplir Kioto

Las emisiones contaminantes crecieron el pasado año un 12% sobre 1990, por debajo del tope fijado del 15% - La energía sigue generando el 36% del total

La crisis tiene, al menos, una lectura positiva para el medio ambiente. Por vez primera en los últimos 11 años, Euskadi cumplió el pasado ejercicio el Protocolo de Kioto sobre contaminación, cuando se emitió un 12% más de gases de efecto invernadero que en 1999, el año de referencia. Durante 2009, se han contabilizado 22,6 millones de toneladas, la mayoría de ellas generadas por el CO2 (dióxido de carbono), el principal causante del efecto invernadero y el cambio climático.

El Protocolo de Kioto, acordado en 1997 y que entró en vigor en 2005 con la incorporación de Rusia, establece que en 2012 todos los países de la Unión Europea contaminen un 8% menos que en 1990, pero en el caso de España se autorizó que, en vez de reducirse, aumentasen hasta un 15%. Euskadi se mantuvo hasta finales de los 90 (entonces también por la reconversión industrial) en los parámetros establecidos, pero desde 1999, cuando alcanzó un incremento del 18%, no ha logrado cumplir el tope fijado. En 2002 se llegó al umbral máximo con un 26% de incremento.

En los últimos 11 años siempre se había superado el umbral permitido

Desde 2003 hasta 2007, la situación se había estabilizado entre el 21% y el 23% de incremento, manteniéndose el incumplimiento del Protocolo de Kioto. En 2008, cuando empezó a notarse la crisis económica, hubo un bajón hasta el 18%. Y el pasado ejercicio, la disminución ha sido aún más espectacular, según el inventario de emisiones de gases de efecto invernadero ya elaborado a cuyos principales datos ha tenido acceso EL PAÍS. La dismunición en los datos de emisiones, que suelen ser difundidos en estas fechas por el Departamento de Medio Ambiente, tienen como explicación fundamental el bajón en las actividades energética e industrial por la recesión sufrida el pasado año.

Ese 12% de incremento se sitúa tres puntos por debajo de lo fijado por Kioto y augura que, en 2012, se cumplan los objetivos. Medio Ambiente se ha fijado llegar en ese ejercicio al 14% de aumento, dos puntos más que en 2009 explicados por la prevista salida de la crisis y, con ello, la mayor actividad industrial y energética.

Como ocurre desde 2004, la energía se mantiene como el sector más contaminante, con el 36% de las emisiones totales (como en 2008), seguido del transporte, con el 23% y la industria con el 22%. El resto se completa con la energía eléctrica importada (se tiene en cuenta no sólo las emisiones generadas en Euskadi de manera directa sino las producidas al comprar energía fuera), los residuos y, en menor medida, la agricultura, los servicios y las viviendas.

La reducción de este tipo de emisiones es una de las prioridades del Gobierno en materia medioambiental, lo que explica la puesta en marcha de una oficina vasca de cambio climático y una ley específica, cuyo anteproyecto está elaborado y ahora se encuentra en fase de alegaciones. Una de las principales novedades es que las diputaciones y los ayuntamientos de las tres capitales vascas deberán aprobar programas propios contra el cambio climático antes de que finalice 2014 y, a su vez, todas las administraciones y entes públicos tendrán que disponer de objetivos individualizados de reducción de sus emisiones contaminantes ya para 2013.

La ley de Cambio Climático, pionera en España, es la primera normativa del Departamento de Medio Ambiente que implica no sólo a todas las consejerías, sino al resto de las principales instituciones públicas.

La obligación de elaborar programas propios contra el cambio climático se extiende a los 251 consistorios vascos. Si las tres capitales dispondrán para ello de tres años de plazo desde la entrada en vigor de la ley, prevista para el otoño de 2011, en el resto de localidades se amplía hasta cuatro años, es decir a 2015. Además, las grandes obras públicas y privadas deberán tener un análisis de riesgos del cambio climático.

Alza de la energía

- La industria es el único de los grandes sectores que ha logrado una reducción de sus emisiones, en un 35% desde 1990. La energía, en cambio, que en 1990 generaba casi dos veces y media menos que la actividad industrial, se sitúa ahora claramente por encima, con más de dos millones de toneladas emitidas al año. En estos 20 años, la energía ha multiplicado casi por tres sus emisiones de gases de efecto invernadero.

- El transporte es otro de los sectores más dañinos para la naturaleza, con un incremento de sus emisiones en más del doble respecto a 1990. En 2005, por vez primera rebasó a la industria y, desde entonces, se ha mantenido en el segundo lugar. Por ello, las autoridades han situado en la reducción del uso del coche privado uno de los principales retos.

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