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Reportaje:FÚTBOL | Octava jornada de Liga

20 segundos 'muerto'

Miguel García, medio del Salamanca, se desploma en pleno partido y supera dos paradas cardiorrespiratorias gracias a la rápida actuación de los médicos de su club y del Betis

Rafael Pineda

El abrazo que se dieron José Ignacio Garrido y Tomás Calero a la conclusión del encuentro Salamanca-Betis simbolizó la satisfacción por el trabajo bien hecho. El doctor del Salamanca y el jefe de los servicios médicos del Betis, respectivamente, habían actuado de forma decisiva durante los seis minutos dramáticos que se vivieron ayer en el estadio El Helmántico durante el partido de Segunda División que enfrentaba al equipo castellano y al andaluz (0-3).

Corría el minuto 59 cuando Miguel García, centrocampista de 31 años del Salamanca, caía desplomado al terreno de juego después de agacharse a atarse las botas. Fue una imagen impactante, como en los casos de Antonio Puerta, Miklos Feher o Rubén de la Red. Se hizo el silencio mientras los jugadores de uno y otro conjunto se llevaban las manos a la cabeza y comenzaban a mascar la tragedia. Más de uno rompió a llorar desconsoladamente. Fueron instantes de constenación.

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"Me metí rápidamente en el campo y fui el primero en llegar. La verdad es que me tocó un poco organizarlo todo", explicó Tomás Calero, jefe de los servicios médicos del Betis. Después de dos minutos de masaje cardiaco, Miguel García recobró el pulso y comenzó a respirar. Pero volvió a caer en parada, por lo que decidimos darle otro chispazo con el desfibrilador. En ese momento se reanimó e incluso nos pidió que le quitáramos el tubo de Guedel. Ya le pudimos meter consciente en la camilla para su traslado al hospital".

La actuación de los servicios médicos -llevaban desfibriladores- fue impecable, ya que siguieron al milímetro el protocolo de reanimación cardiorrespiratoria. Así lo comentó José Ignacio Garrido, médico del Salamanca: "Al ver que estaba en parada, lo primero que hicimos fue abrirle la vía aérea con un tubo de Guedel. Una vez abierta, podía entrar aire, pero no respiraba. Se le realizó un masaje cardiaco y tuvimos que utilizar el desfibrilador hasta en dos ocasiones. Entonces reaccionó". "El futbolista volvió a nacer porque estuvo unos 20 segundos muerto", concluyó.

Una vez reanimado, Miguel García fue trasladado al Hospital Clínico Universitario de Salamanca, en el que se encuentra en la unidad de cuidados intensivos de coronarias. Fue sometido a varias pruebas que certificaron que había sufrido un infarto cardiaco. Los médicos le han colocado un stent (un muelle para abrir la arteria coronaria) y será trasladado a planta en cuanto su evolución lo permita.

Según el doctor Garrido, García había superado todas las pruebas de corazón a la que son sometidos los jugadores del Salamanca, incluida una resonancia cardiaca, sin que se le conocieran problemas cardiovasculares. Ahora se está buscando si el origen de su dolencia tiene un componente genético. El medio, consciente en todo momento, recibió la visita de su esposa y su hija y comentó que se acordaba de que el partido iba 0-2 y de algunos momentos de la reanimación.

"Por mucho que lo haya ensayado, hasta que te encuentras con una situación real, no te das cuenta de la trascendencia. Ojalá vuelva a jugar al fútbol", dijo el doctor Calero, médico del Betis. Tan rígido se encontraba García que estuvo a punto de partirle los dientes para introducir en la boca el tubo de Guedel.

Miguel García, desvanecido sobre el césped de El Helmántico tras sufrir un infarto.
Miguel García, desvanecido sobre el césped de El Helmántico tras sufrir un infarto.EFE
El jugador del Salamanca sufre una parada cardiorrespiratoria durante el encuentro entre su equipo y el Betis

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