Avatares para los más pequeños

Confortablemente instalados en sus butacas, los niños no pudieron evitar exclamaciones de sorpresa y admiración cuando de repente, un bumerán sale disparado de la pantalla y parece atravesar la sala antes de regresar a las patas del personaje que lo había lanzado, el perro Alfredo. Fue todo virtual pero funcionó el golpe de efecto de la primera película española de animación en 3D, La Tropa de Trapo en el país donde siempre brilla el sol. Una producción gallega y catalana destinada a un público primerizo, niños de tres a siete años de edad.

Para muchos de los que ayer acudieron al preestreno en A Coruña -simultáneo al de Madrid y Barcelona- era su primera vez en un cine. Y se estrenaron como espectadores de salas oscuras con un largometraje en formato de rabiosa actualidad, el cine 3D. Si sus padres disfrutaron con la taquillera Avatar de James Cameron y sus hermanos con las terceras entregas de Toy Story o Shrek, ambas en versión tridimensional, son ahora los más pequeños de la casa los que tendrán ocasión de disfrutar de una película de dibujos animados con imágenes que se meten dentro y fuera de la gran pantalla, el llamado formato 3D estereoscópico.

Todos los cines la pidieron al saber que la de Harry Potter no será tridimensional

La tropa de trapo, de Alex Colls, un director novel que se declara encantado de arrancar su carrera con un largometraje para un público también novato, se estrena, con cien copias, en toda España el próximo viernes 29. Hoy, fuera de concurso, se presentará en el festival de Valladolid.

Seis niños gallegos, de seis a diez años de edad, pusieron las voces, en las versiones gallega y castellana, a las divertidas mascotas de trapo que protagonizan estos dibujos animados. "Fue un poco complicado, no había que memorizar nada, pero no es fácil doblar", confiesa Sofía, de nueve años. Tres fines de semana completos les llevó en los estudios Cinemar de Santiago interpretar las voces de Mumu y sus amigos, una ingenua vaca que se fascina por un grupo de ovejas pijas, las malas de la película. "Es una historia blanca, sin muertes, ni huérfanos como los de Disney", explica la productora ejecutiva, Chelo Loureiro. La música, a manos del coro y la orquesta sinfónica de Kiev, juega también un importante papel en estas aventuras, con guión de Lola Beccaria.

La tropa de trapo es la primera película española de animación en 3D para sorpresa incluso de sus productores, las gallegas Continental y Abano y la catalana Anera. "Fue una locura de trabajo, es muy complicado hacer animación tridimensional porque es como hacer tres pelís, se triplica todo el proceso", cuenta Loureiro. Cuando arrancó el proyecto, hace dos años, estaban anunciados otros como el de la productora coruñesa Dygra. Pero, de momento, las aventuras de Mumu y sus amigos de trapo son la única producción nacional con tercera dimensión. Con un presupuesto de dos millones de euros, ya cuenta con una versión doblada al inglés para presentarse en el American Film Market de Estados Unidos en noviembre. "Ya está vendida en diez países", destaca el presidente de Continental, Pancho Casal.

En las 400 salas españolas equipadas para ver cine en 3D, se disparó la demanda de esta película para el público infantil cuando se confirmó que la nueva entrega de Harry Potter no será tridimensional. "Pero hay que ser realistas, sólo sacamos 70 copias en 3D", dice Casal. Y tampoco se abusó del realismo de esta técnica para no asustar a los más pequeños. La mayoría de las imágenes se proyectan en profundidad, para dentro de la pantalla, para que sus espectadores puedan verlas también sin las gafas especiales.