Industria ve un gran mercado con los parques eólicos marinos

La energía eólica marina es una oportunidad para el tejido industrial vasca, por su presencia y tradición en los sectores naval y eólico, fundamentalmente en materia de componentes. Así lo consideró ayer el viceconsejero de Industria y Energía, Xabier Garmendia, en unas jornadas celebradas en Bilbao.

Garmendia apuntó que uno de los objetivos del Gobierno es convertir a Euskadi en foco "de referencia" tecnológico e industrial en materia de energías renovables a lo largo de la presente legislatura. Señaló que, en Europa, la energía eólica marina ha experimentado crecimientos anuales de entre el 27% y el 28% para llegar a la actual situación en la que existen en el continente 2 gigavatios (GW) de potencia instalada. Pero afirmó que en el futuro los crecimientos serán todavía mayores, en torno al 30% anual hasta 2020.

La próxima década, según los datos aportados ayer, se espera que la potencia instalada en parques marinos alcance los 40 GW y que en 2023 supere a la energía terrestre. Con ello, las instalaciones eólicas en el mar serían capaces de atender por sí solas entre el 60% y el 80% de la demanda eléctrica total de la UE.

Este incremento de instalaciones requerirá la construcción de más de 5.000 turbinas, junto con las infraestructuras e interconexiones asociadas. La inversión necesaria se estima en unos 84.000 millones de euros, que acarrearían la creación de unos 70.000 empleos.

En la jornada, Iberdrola presentó su proyecto de eólica marina East Anglia, que comenzará a construirse en 2015 a 40 kilómetros de la costa de Reino Unido y contempla hasta 7.200 megavatios (MW) de potencia instalada en un área de 6.000 kilómetros cuadrados. Esta potencia equivaldría a toda la energía generada por las centrales nucleares españolas.