Rosa Aguilar promete "escribir en verde" el nombre del ministerio
El discurso de toma de posesión de Rosa Aguilar como ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino se siguió con gran expectación entre la gente que abarrotaba el salón de actos del ministerio. Allí había agricultores, pescadores y ecologistas, a menudo enfrentados entre sí, y todos buscaban en sus palabras algo para adivinar hacia dónde se orientará su política. Los ecologistas salieron moderadamente satisfechos porque Aguilar prometió "escribir en verde el nombre del ministerio", algo que interpretaron como una vuelta a la ecología de la primera legislatura.
Aguilar dejó clara su evolución desde sus feroces críticas a los Gobiernos de Felipe González hasta el sillón en el Consejo de Ministros al remarcar su "identificación plena con el Gobierno de Zapatero". En mayo de 2009, cuando entró en el Ejecutivo andaluz, Aguilar anunció en este diario que pediría "disculpas a Felipe González por relacionarle con los GAL".
La ministra leyó el discurso escoltada por Chaves, Blanco, Garmendia y Marcelino Iglesias, y al acto acudieron históricos socialistas andaluces. Elena Espinosa, tras más de seis años en el Ejecutivo, se despidió con un sentido agradecimiento a su equipo.
La alusión a la capa verde sobre el ministerio y las llamadas a la transparencia y la participación fueron de lo más claro del discurso. También pidió colaboración plena con las comunidades autónomas, en un momento en que Aguilar recibe heridas abiertas entre el ministerio y la Junta de Andalucía, la Administración de la que procede. Deberá decidir si modifica el deslinde de Doñana, si aprueba el dragado del Guadalquivir o cómo gestiona la sentencia del Constitucional sobre las competencias en la cuenca hidrográfica o el Algarrobico. Espinosa se opuso a la Junta en estos casos, pero Aguilar insistió ayer también en su "identificación plena con el proyecto de Griñán para Andalucía".
