Ahora
Puede resultar extraño, pero nadie está minando más el prestigio del Gobierno de Patxi López que quienes se nos presentan como sus valedores. A fuerza de repetir que ha sido debilitado, consiguen difundir esa impresión y su veredicto se vuelve autocumpliente. Si no era así, la publicitación mediática de que sí lo es conseguirá que lo sea. Se me objetará que los medios parten de situaciones contrastadas y que sus diagnósticos se deben a un afán de describir el estado de las cosas. Responderé que no estoy tan seguro de ese feliz deseo de neutralidad. Les doy una muestra, recogida hoy, lunes, en la edición digital de un periódico de difusión nacional. Según ese medio, el acuerdo PSOE-PNV para aprobar los Presupuestos habría sido posible gracias al "cierre de 20 traspasos para la saca vasca y el "desarrollo íntegro" [sic comillas] del Estatuto de Guernica, una reivindicación antológica de la formación jeltzale". Confieso, para empezar, que no sé lo que significa una "reivindicación antológica" y que no ignoro la naturaleza capciosa de la expresión "saca vasca", pero me urge realizar algunas puntualizaciones.
El desarrollo íntegro del Estatuto vasco no es una reivindicación exclusiva de los jeltzales, sino una necesidad del Estatuto mismo, una ley aprobada y votada afirmativamente por los vascos, sin que pese sobre ella sospecha alguna de inconstitucionalidad. Es, por tanto, una reivindicación de la sociedad vasca. Es más, no son precisamente los jeltzales quienes más se hayan caracterizado por reivindicarlo, sirviéndoles su dilatado incumplimiento como coartada victimista y como pretexto para lanzarse a otras aventuras. Sería ingenuo pensar que el colmado de la saca los lleve a desistir de esas otras aventuras, pero es evidente que de momento les ha hecho cambiar de camino y los caminos son tan importantes en política como para arrastrar consecuencias no previstas. Ahora mismo, el panorama político vasco ha variado sensiblemente y el motor de ese cambio de caminos y de panorama ha sido el Gobierno de Patxi López. El desarrollo íntegro del Estatuto fue uno de sus objetivos prioritarios y fue él quien inició las negociaciones para transferir las competencias pendientes.
Decía Arnaldo Otegi que Patxi López es el lehendakari de la CAV y sabe que no representa a la mayoría social en esa comunidad. Me pregunto si esa mayoría social a la que se refiere es real y si no seguirá anclado Otegi en un tiempo político ya periclitado. Esa mayoría social fue, en realidad, mayoría política en tiempos de Ibarretxe, y lo fue al servicio de una política con un doble objetivo de, supuestamente, mutua alimentación -pacificación y nuevo pacto con el Estado-, política que fracasó. El Gobierno actual es una consecuencia de ese fracaso y abre además un nuevo tiempo político de mayorías variables, más acordes con la variedad de la sociedad vasca, incluso del propio nacionalismo, cuyas distintas percepciones, también ahora, se están haciendo valer.
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