Zapatero desata otro cambio en la Junta

En los dos años y medio que lleva la legislatura ya se han producido cinco fotos oficiales del Ejecutivo andaluz (ver recuadro). Tres de ellas provocadas por decisiones del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. La última ha sido la de fichar a Rosa Aguilar como nueva ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino por lo que abandona la Consejería andaluza de Obras Públicas en la que tan solo ha permanecido 18 meses. Su puesto lo ocupará Josefina Cruz Villalón, de 61 años, catedrática de Geografía y con una amplia experiencia en las Administraciones autonómica y central, el rigor personalizado, pero de la que se desconoce si tiene colmillo político.

"Medio Ambiente era la cartera que más ambicionaba", afirma Griñán

Zapatero informó de sus planes al presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, el martes por la tarde. Después llamó a Rosa Aguilar, a la que ficha, según ha reconocido, por su "clara fuerza política". Ya avanzada la noche, Griñán contactó con Cruz Villalón para proponerle el cargo. Según fuentes socialistas, Griñán no barajó otros nombres para el puesto.

Cruz Villalón tomará hoy posesión de su cargo. Con su incorporación será la quinta vez que el Gobierno andaluz tenga que hacerse una nueva foto oficial. Zapatero ya provocó una minicrisis en Andalucía al principio del mandato cuando se empeñó en que Mar Moreno fuera la número cuatro de la ejecutiva federal. En julio de 2008 la eligió como secretaria de Política Autonómica del PSOE y tuvo que dejar la Consejería de Obras Públicas para dedicarse de lleno al trabajo en el partido.

El otro movimiento fue sísmico. Nombró a Manuel Chaves vicepresidente tercero, permitiendo una sucesión en Andalucía varias veces pospuesta y que situó a Griñán en la presidencia de la Junta de Andalucía. Este formó un Gobierno cuyo impacto mayor fue precisamente el fichaje de Rosa Aguilar, quien abandonó la alcaldía de Córdoba, obtenida bajo las siglas de Izquierda Unida. Su incorporación se interpretó como un guiño a la izquierda del PSOE. En marzo de 2010, Griñán volvió a hacer crisis de Gobierno, una vez que se sintió con las manos libres tras ser elegido secretario general del PSOE andaluz. Y hoy hace otra por la salida de Aguilar. Con este quinto movimiento, los relevos en la Junta de Andalucía van camino de convertirse en lo más destacado por los medios de comunicación en lo que va de legislatura.

El presidente de la Junta se mostró ayer muy satisfecho con los cambios realizados por Rodríguez Zapatero porque tienen "un marcado acento andaluz". Griñán habló en primera persona: "Me interesaba la cartera, la que más ambicionaba era esa", dijo, al ser Andalucía la comunidad "con más volumen de producción agraria, con la superficie protegida más importante de España y con 900 kilómetros de litoral". Aguilar prometió que en su nueva carrera política su condición de andaluza pesará: "Conmigo viaja Andalucía".

Griñán destacó además el reforzamiento de los ministros andaluces, entre los que incluye a Alfredo Pérez Rubalcaba, diputado cunero por la provincia de Cádiz, muy preocupado por los problemas de coordinación entre los Gobiernos central y andaluz desatados en el verano, sobre todo después del jarro de agua fría que supuso la adjudicación de Cajasur a la entidad vasca BBK. Griñán también subrayó el que Chaves permanezca en la vicepresidencia tercera y tuviera "más competencias" al asumir Administración Pública y que la nueva ministra de Exteriores sea la malagueña Trinidad Jiménez, de la que subrayó su acento andaluz. El nuevo ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, nació en Arroyo del Ojanco (Jaén), aunque ha desarrollado toda su carrera política en Madrid y no se conoce que tuviera una vinculación estrecha con el Gobierno autónomo.

La crisis de Zapatero tuvo una excelente acogida por parte de los socialistas andaluces. "Ya era hora", era la frase más repetida en relación con la necesidad de potenciar el perfil político del Ejecutivo central con el reforzamiento de Rubalcaba y la entrada de Ramón Jáuregui en el Gobierno. "Es lo que estaba esperando todo el mundo", afirmó un dirigente de la ejecutiva regional. Sí dejó un sabor agridulce la eliminación del Ministerio de Igualdad y el cese de la gaditana Bibiana Aído, quien continuará como secretaria de Estado con Leire Pajín de ministra. La salida de esta de la secretaría de Organización del PSOE también fue valorada por los socialistas andaluces.

La lectura regional que hizo el PP de los cambios de Zapatero fue completamente distinta de la de los socialistas. "Es un movimiento de piezas que no representa prácticamente muchas novedades y que, para Andalucía, nos sitúa en una nueva crisis de Gobierno", dijo el presidente del PP, Javier Arenas. Este consideró "gravísimo" que cuatro responsables políticos hayan pasado por Obras Públicas en dos años y medio.

Diego Valderas (IU) advirtió a Zapatero sobre Aguilar: "Quien conoce el paño sabe que el paño siempre aspira a más, y posiblemente aspire todavía a más".