Daulte dirige un encuentro de argentinos en el Goya

Cuando cuatro amigos se reencuentran después de años sin verse exclaman "¡baraka!", expresión que en árabe marroquí significa "fortuna". Era la palabra mágica con la que se saludaban en la infancia, su grito de guerra. Y es lo único que les sigue uniendo. Aunque creen que el afecto sobrevive, deberán aceptar que con el paso del tiempo las personas cambian. Se modifican las opiniones, los ideales, las creencias políticas, la fidelidad. Y también las aspiraciones vitales. Se han olvidado de ser felices y han dedicado su vida a la búsqueda de poder y dinero.

Baraka es obra de la holandesa María Goos y desde su estreno en 2002 se ha representado en más de 20 países. El teatro Goya de Barcelona estrena el próximo sábado una versión de la obra dirigida por Javier Daulte y venida directamente de Argentina: la preceden los 170.000 espectadores cosechados en Buenos Aires. Hasta el 9 de enero estará en Barcelona el equipo al completo, con actores de fama en su país incluidos.

Tomás (Jorge Marrale) es un ex abogado cocainómano que acaba en un psiquiátrico. Martín (Vando Villamil), un director de éxito con obsesiones sexuales. Juan (Juan Leyrado), un político que llega a ser ministro del Gobierno de un partido que no es el suyo. Y Pedro (Darío Grandinetti), un apasionado del arte que se conforma con trabajar de funcionario en un Ayuntamiento. Tendrá un problema con unos cuadros, y la caja de los truenos la destapará la actriz Carla Pandolfi. "La obra transcurre entre la comedia más salvaje y los momentos de la más hondura dramática", dice Josep Maria Pou, director del Goya. Quizás, el encuentro servirá para que estos cuatro amigos intenten enderezar sus vidas.