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Trabajadores de las obras del AVE cobran en dinero negro

La inspección de Pontevedra constata condiciones que se saltan la legalidad

Trabajar dentro de un túnel durante 12 horas, de día o de noche, una parada de 60 minutos para comer -allí mismo- y otra de 15 para el bocadillo. En la nómina o en el sobresueldo que reciben en dinero negro no distinguen entre horas normales y extra, si es día laborable o festivo, si se trabaja dentro o fuera del túnel o si es de día o de noche. Un acta de la Inspección de Trabajo de Pontevedra recoge así las condiciones laborales en Excavaciones Vilariño Deza, SL, una de las empresas subcontratadas que trabaja en el túnel del AVE de Maceiras, en Vigo. En mayo de este año la inspectora propuso sanciones por cuatro infracciones graves y una quinta muy grave. La compañía no registraba las horas extra que hacían los trabajadores, no reflejaba en la nómina todo el dinero que les abonaba, no pagaba el salario adeudado a los empleados y se hacían horas extra por encima del tope legal, incluso los trabajadores nocturnos a pesar de que les está prohibido.

Esta situación en una obra pública, licitada por el Ministerio de Fomento, es generalizada en las obras del tren de alta velocidad y se da también en las ampliaciones de los aeropuertos de A Coruña y Santiago, según denuncia el sindicato CIG. El director general de Relacións Laborais de la Consellería de Traballo, Odilo Martiñá, confirmó a principios de mes en el Parlamento que la Xunta tiene constancia de varias actas de infracción, sin especificar el número, en materia de tiempo de trabajo, bonos de salarios y prevención de riesgos laborales. El Ministerio de Fomento no contestó a las preguntas de este periódico sobre si conoce la situación laboral de los trabajadores de estas obras que financia y si va a actuar al respecto.

El acta de infracción detalla que los obreros recibían una nómina con un "papelito amarillo" -un post it- pegado en el que se especificaban las horas, trabajadas fuera del horario, que se pagaban "en mano". En el recibo figuran también los conceptos de prorrata de paga de julio, Navidad, indemnización por cese, plus extrasalarial y plus de puesto "y se consignan para cada concepto sus respectivas cuantías, no obstante, éstas no se abonan".

La CIG ha estimado en un 30% el fraude fiscal en el sector de la construcción en Galicia. El convenio de la construcción de Pontevedra estipula un máximo de 1.736 horas anuales, pero en esta obra los trabajadores hacían 2.564. En la ampliación del aeropuerto de Santiago, las jornadas se extienden a sábados, domingos y festivos, las horas se doblan y se cobra dinero en negro, según la denuncia del sindicato nacionalista. Menos problemas registran en las obras del puerto exterior de A Coruña, donde hay un comité de empresa desde el comienzo de los trabajos y solo una empresa subcontratada, explica Victorino Ares, de la CIG en A Coruña.

"Lo de los salarios se cumple porque para las empresas no es un gasto mayor. Lo que no se cumple es con las jornadas excesivas o con lo de camuflar pluses de horas extra" y con ese exceso de horas "la prevención se resiente", coindice el sindicalista de UGT Jesús María Calvo. Con los recortes en obra pública, lo que más les preocupa ahora son los despidos relacionados con el parón de los trabajos en el AVE y el Eje Atlántico. El sindicato Comisiones Obreras prepara un informe sobre la situación en el sector tras los recortes.

Los tres coinciden en el abuso que las empresas hacen de los trabajadores extranjeros, en concreto, de los portugueses. "Con los salarios que tienen en su país, se ven beneficiados", indica Calvo. "Pero para que les rinda tienen que hacer un montón de horas. Por no hablar de los que se quedan en las carreteras", puntualiza desde la CIG Xoán Xosé Melón. Su compañero Victorino Ares denuncia que en la construcción de los aparcamientos de Alvedro los obreros portugueses "dormían amontonados en habitaciones y cuando los despedían se quedaban en las salas del aeropuerto".

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En UGT han constatado que, como en la construcción los convenios son provinciales, empresas portuguesas se dan de alta en España, pero eligiendo lugares como Salamanca, donde se pagan los salarios más bajos, aunque después trabajen en Galicia. "Hay unos 6.000 euros de diferencia anuales", cifra Calvo.

Inspección a igual ritmo

La labor de inspección, en tiempos de crisis, no se relaja. El inspector jefe de Trabajo y Seguridad Social de la de Pontevedra, José María Casas de Ron, insiste en que en tiempos de premuras económicas "no se puede levantar el pie del acelerador aunque haya bajado la actividad en la construcción". "Antes el propio empresario comunicaba la subsanación de la infracción, ahora comunicamos la infracción y hacemos rápidamente una segunda visita".

"Hemos especializado a inspectores en grandes infraestructuras y lo que implican estas grandes obras" para que puedan vigilar la prevención de riesgos y la organización y preservar la calidad del empleo. En este sentido, Casas indica que se han concertado medidas con empresas y sindicatos y, en el caso del túnel de Maceiras, se han creado 100 nuevos puestos de trabajo (aunque la obra está parada hasta el día 13). "Cuanto más se ajusta el tiempo de trabajo, más posibilidades de crear empleo". También se han creado comisiones permanentes con estos dos agentes para analizar cada mes las incidencias que ocurran.

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