Mas da por ganada la Generalitat y se centrará en Barcelona

Artur Mas no deja de repetir en todas sus intervenciones que, pese a lo favorables que le son las encuestas, nada está ganado con vistas a las elecciones del 28 de noviembre. Pero el líder de Convergència i Unió (CiU) dejó ayer en un segundo plano este mensaje para pedir a su partido que comience a presentar batalla con la mirada puesta en el 22 de mayo -fecha de las elecciones municipales- para, una vez instalados en la Generalitat, dar el salto al Ayuntamiento de Barcelona. Si el partido gobierna por primera vez en su historia en ambos lados de la plaza de Sant Jaume 'todo será mucho más fácil', dijo. Durante un mitin en la estación del Nord de Barcelona, Mas aseguró que los intereses 'del país' -que identifica con los de su partido- no pueden estar enfrentados con los de su capital, y pidió a los militantes de CiU que se esfuercen tanto para ganar las elecciones autonómicas como las municipales. Para hacerlo llamó a la movilización de todos sus simpatizantes y a cada uno de ellos le pidió que convenza a 100 votantes indecisos o desencantados para que apoyen a CiU. 'Si lo hacemos, ganaremos', dijo. A la misma hora, en L'Hospitalet, los socialistas catalanes aprobaban su programa electoral para las autonómicas y su líder, José Montilla, lanzaba una advertencia a Artur Mas. 'Todo está por decidir', dijo. El mensaje que están lanzando los socialistas catalanes para lograrlo es que ellos, a diferencia de José Luis Rodríguez Zapatero, conseguirán encontrar una salida a la crisis económica sin que los más débiles paguen los platos rotos. De ahí que Montilla lanzara ayer una nueva propuesta en este ámbito: destinar 200 millones de euros a la rehabilitación de los barrios más degradados de Cataluña en línea con lo que ha venido haciendo el tripartito desde 2004. Lo hará con un fondo público-privado, y también piensa movilizar capital privado para luchar contra la pobreza. Esto, sumado al crédito salario que Montilla ha prometido a los jóvenes que ni estudian ni trabajan a cambio de comprometerse a buscar una salida, son las propuestas estrellas del PSC. El otro reto de los socialistas es desmarcarse de la imagen de derrota que las encuestas, la oposición e incluso las declaraciones de más de uno de sus dirigentes, han contribuido a imprimir. Por esta razón Montilla invitó ayer a los asistentes a su mitin en L'Hospitalet a cantar juntos Mediterráneo, de Joan Manuel Serrat.