Un sirimiri de libros en Bilbao

El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, quiere la nueva mediateca de la Alhóndiga actúe como una lluvia fina y silenciosa que empape la vida de la ciudad con literatura, ciencia, cómics y conocimientos de medio ambiente. La mediateca -4.000 metros cuadrados de superficie, abierta los siete días con 50.000 volúmenes en distintos formatos, el 80% en papel- acogió ayer las primeras visitas guidas con el objetivo expresado por el alcalde de que se convierta "sin alharacas" en "un sirimiri" que impregne Bilbao de cultura. La Alhóndiga "será un punto de encuentro deportivo, social y cultural, de convivencia", añadió el regidor. "Una ciudad culta es garantía de libertad, democracia y convivencia".

"Los libros nos hacen mejores seres humanos", afirma Elena Poniatowska

La mediateca, que ocupa un tercio del centro de ocio y cultura de la Alhóndiga y completa las instalaciones deportivas y de hostelería ya en funcionamiento, es "un acto de inteligencia", en palabras de la escritora Elena Poniatowska, invitada al acto de presentación. "Los libros nos hacen pensar, nos hacen mejores seres humanos. Les felicito por lo que van a leer", abundó.

La mediateca, con sus tres plantas de actividades culturales y una plantilla de 30 personas para atender al público, contará con un presupuesto de dos millones de euros anuales que aportará la BBK. Ya está lista para recibir las visitas guiadas que hasta la víspera de su puesta en funcionamiento, el próximo 24 de octubre, permitirán presentar las nuevas instalaciones a 1.600 personas. Todas las plazas disponibles quedaron agotadas antes de que se programa se pusiese en marcha.

Este servicio de la Alhóndiga supera al resto de bibliotecas públicas en su amplitud de horarios: abrirá al público un total de 4.000 horas al año. No cerrará ni domingos ni festivos, Los días laborables estará abierta de 10 de la mañana a 10 de la noche y los fines de semana y festivos, de 11 a 9.

En la primera planta ya se descubre el funcionamiento del centro: el área reservada a los más pequeños, Txikiland, invita a sentarse en las sillas de colores o directamente sobre una mullida alfombra. A su alrededor, los usuarios descubren que los libros, periódicos y revistas se hallan a su alcance, desde Hola hasta el último número de Hello!, su hermana inglesa, pasando por las grandes cabeceras internacionales de la información general, como Der Spiegel o Newsweek.

En el resto de la mediateca la organización es la misma, con salas de lectura y préstamo de las obras. "No es una bibloteca de estilo tradicional. Queremos que el usuario sea autónomo, aunque cuente con asistencia si lo requiere", explica su responsable, Alazne Martín. "El 90% del fondo está al alcance la mano y en las mismas estánterias se pueden encontrar publicaciones sobre un mismo tema en distintos formatos, en libro o en DVD", añade.