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Fini presenta su nuevo partido con la vista puesta en elecciones anticipadas

El ex aliado reta a Berlusconi: "Seremos un Pueblo de la Libertad en grande"

Ante más periodistas que seguidores, Gianfranco Fini presentó ayer en sociedad el embrión de su nuevo partido, Futuro y Libertad para Italia (FLI). El presidente de la Cámara de Diputados lanzó un desafío a su ex aliado Silvio Berlusconi -"no seremos una AN en pequeño, sino un Pueblo de la Libertad en más grande", dijo-, y sacó pecho ante las probables elecciones anticipadas. En marzo, o quizá antes: "No sabemos lo que nos espera detrás de la esquina y, aunque espero que el Gobierno agote la legislatura, estaremos preparados", dijo.

La colocación de la primera piedra del FLI fue un acto burocrático y de imagen. Se constituyó el Comité de Promotores, en el que figuran una docena de los 44 parlamentarios escindidos del PDL el pasado 29 de julio, cuando Berlusconi expulsó a Fini del partido con un edicto que le acusaba de conspirar con la "magistratura comunista" y de abrazar "posiciones críticas incompatibles con su permanencia en el PDL".

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El escenario fue la pequeña sede romana de la fundación Farefuturo, creada hace un año por Fini, en paralelo al nacimiento del PDL, para cocinar ideas nuevas, forjar un nuevo grupo de fieles y preparar, con la frialdad del que ejecuta una venganza, su asalto al posberlusconismo.

FLI será el tercer partido que dirija Fini (Bolonia, 1952), tras liderar el histórico Movimiento Social Italiano y más tarde a su hijastro moderado, la posfascista AN, donde el principesco político fue completando su prodigiosa transformación: de apestado fascistón a líder laico, projudío y posideológico.

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Tras pasar los últimos 15 años como segundón de Berlusconi, a quien debe su legitimación nacional e internacional (esta lograda gracias al ex presidente español José María Aznar), Fini cambió la amistad de conveniencia por un odio creciente. Aunque el divorcio le ha costado el fuego de mortero de los medios de Berlusconi [le acusan de nepotismo por el turbio asunto del apartamento de AN en Montecarlo que hoy habita su cuñado], Fini no tuvo ayer una palabra para su ex aliado, ni buena ni mala.

Pero FLI parece coronar su ambición de "matar al padre". Según Alessandro Campi, ideólogo y director de Farefuturo, el FLI será un partido "berlusconiano, en cuanto a su capacidad innovadora y plural", pero "cultural y socialmente alternativo al berlusconismo, una invitación a los jóvenes y los moderados del PDL y del Partido Democrático".

Mañana, el partido comenzará a elaborar su manifiesto programático, que presentará el 6 y 7 de noviembre en Perugia antes de celebrar el congreso fundacional, la última semana de enero (si Berlusconi no tumba antes el Gobierno), en Milán. Los sondeos dan hoy al FLI entre un 4,5% y un 7,5% de la intención de voto. La cifra sugiere que Fini deberá aliarse con los democristianos (rara mezcla), y da alas a quienes anticipan la llegada de un "papa extranjero" y aglutinador, que según teme Il Giornale (familia Berlusconi) podría ser Luca Cordero de Montezemolo, presidente de Ferrari.

Gianfranco Fini.
Gianfranco Fini.

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