La heredera de IBM logra beneficios tras reducir su tamaño y su plantilla

Celestica, la multinacional canadiense heredera de la fábrica de IBM en Valencia, ha vuelto a tener beneficios en su sede de La Pobla de Vallbona un año después de despedir a casi la mitad de la plantilla y reducir a una cuarta parte su tamaño. En 2009 facturó 90 millones de dólares (65,7 millones de euros). Este año espera facturar 10 menos, pero sus costes son inferiores, explicó Manuel Ruiz, responsable de la planta durante la etapa de ajuste, que ha sido ascendido al cargo de director general de Europa occidental. "Fue un proceso difícil y doloroso", declaró ayer, "necesario para adaptarnos al negocio".

La previsión, tras haber detectado una cierta recuperación de la demanda, es que la facturación se mantenga en 2011 y empiece a crecer en 2012 hasta alcanzar los 100 millones de dólares (73 millones de euros). La producción aeroespacial y de defensa (con clientes como Airbus) representará según esas expectativas entre un 50% y un 60% del negocio. El área de salud (con clientes como la suiza Roche), entre un 20% y un 25%. Y los trabajos de ingeniería, así como los servicios a un escogido grupo de clientes, el resto.

La empresa promete más inversiones tras haber inyectado cinco millones

Celestica ha adelgazado el tamaño de su planta de 40.000 a 10.000 metros cuadrados tras varios años de pérdidas. Ha reducido a 320 empleados fijos los cerca de 600 que llegó a tener. Está en proceso de vender, sin prisas, la parcela de más de 200.000 metros cuadrados que rodea la factoría y algún inmueble que ya no necesitará. Y ha gastado cinco millones de euros en modernizar las instalaciones de Valencia, a los que se sumarán más inversiones a largo plazo, aseguró Ruiz.

La multinacional fabrica en 17 países. En algunos, como en el megacentro de Laem Chabang, Tailandia, lo hace a escalas masivas. Valencia no puede competir en fabricación de alto volumen con ese tipo de lugares, ni con China ni con un Estado de la UE como Rumanía, porque los costes son mucho más altos, afirmó el director general. "Debemos centrarnos en nichos de mercado donde el coste no sea el principal factor. Pero no se puede decir que en España o en Valencia no se puede fabricar. Si lo hacemos, estamos perdidos. Lo que hay que ver es qué fabricar y centrarse en ello".

Ayer, día de inauguración de la redimensionada Celestica, acudieron a visitarla el presidente de la Generalitat, Francisco Camps y el presidente de la compañía, Craig H. Muhlhauser. "Celestica es un ejemplo de no haber bajado los brazos ante otro tipo de países o lugares en el planeta que pueden estar fabricando en estos momentos en otras condiciones", declaró Camps tras dar un paseo por la planta durante el que solo pudieron acompañarlo fotógrafos y cámaras de televisión. "La Generalitat está dispuesta a apoyar cualquier iniciativa empresarial para seguir desarrollando prosperidad y empleo en nuestra comunidad", añadió.